La
Habana, 25 de junio (PL).— El XV Festival Internacional de Boleros no
pudo tener un cierre mejor que el record de 76 horas implantado en el
concurso El bolero más largo, maratón interpretativo que comenzó en la
noche del pasado jueves y concluyó en la madrugada de este lunes.
Justo a las 2:50 a.m. (hora local), el cantante cubano Mundito
González cerró con broche de oro este desafío, igualable sólo con el
recordado Son más largo del mundo, realizado hace unos cuatro años y que
sobrepasó las 90 horas de cante y baile.
Desde Tristezas, considerado por los especialistas el primer bolero,
creado por Pepe Sánchez, hasta clásicos como Novia mía, Dos gardenias o
La gloria eres tu, recorrieron estos días el escenario del Café
Concierto Gato Tuerto, sede de este concurso y uno de los tradicionales
centros de la bohemia habanera.
Calificado por José Loyola, presidente de Boleros de Oro, como una
proeza de los artistas locales, El Bolero más largo reunió en estas 7
horas a 74 cantantes extranjeros (Colombia, Puerto Rico, Venezuela,
México, entre otros) y más de 400 de la nación sede, quienes tuvieron a
su cargo dos mil 175 interpretaciones.
Un jurado internacional, presidido por el especialistas cubano René
Pérez Valdés, e integrado por 15 musicólogos, críticos, periodistas y
representantes del record Guinnes, tienen ahora a su cargo la
homologación del record.
Primero de su tipo que se realiza en el mundo, según fuentes del
comité organizador, este certamen puso fin oficialmente a la XV edición
de Boleros de Oro, encuentro que reunió desde el pasado miércoles a
creadores de varios países de América Latina.
Dedicado a Puerto Rico y una de sus figuras cumbres, Daniel Santos, la
cita bolerística tuvo entre sus momentos especiales los conciertos de
Andy Montañez, quien subió al escenario del Teatro Nacional en
compañía de colegas como Choco Orta y los cubanos Omara Portuondo y NG
la Banda, dirigida por José Luis Cortes.
Según anunció Loyola, el próximo festival tendrá como centro a
República Dominicana y específicamente al cantante Alberto Beltrand,
quien vivió varios años en Cuba.
Amor, desamor, despecho encontrarán siempre un público receptor, como
el que se dio cita ininterrumpidamente por estos días al Gato Tuerto
ávidos por "descargar" en compañía de los intérpretes.