 Hoy, Copa del Mundo Villa de La Habana Un "dinosaurio" y un par de casos extraños 465 esgrimistas visitantes, provenientes de 32 países RAFAEL PEREZ VALDES La esgrima estará atenta desde hoy a lo que ocurra en la capital cubana: las primeras armas de la Copa del Mundo Villa de La Habana se comenzarán a desenfundar a partir de las 12:00 m. en tres rondas eliminatorias, con sede otra vez en
PABEXPO.
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RICARDO LOPEZ |
Adolfo Polo, nuevo responsable de los sablistas, en uno de los últimos entrenamientos. A esa hora les tocará el turno a los del sable masculino (como se sabe los mejor ubicados en el ranking quedan liberados de esta fase). Un poco después lo harán las chicas del florete (1:30 p.m.) y las de la espada (3:00 p.m.).
El plato fuerte, es decir, el inicio de la disputa del Cuadro de los 64, y de las ansiadas medallas, ocurrirá mañana desde las 9:00 a.m., con el momento más esperado (la final) a las 4:00 p.m.
Ayer por la tarde aparecían inscriptos 465 tiradores visitantes, provenientes de 32 países, según informó Eva Román, de la Comisión Nacional.
En lo que se calientan los aceros les proponemos un vistazo atrás:
El alemán Arnd Schmitt (una especie de "dinosaurio" por su cantidad de años exitosos dentro de la esgrima), la francesa Laura Flessel, y la azerbaiyana Elena Jemayeva fueron tres casos raros en la Copa del Mundo Villa de La Habana del año pasado...
Lo afirmamos pensando en una regla: los campeones son siempre mirados o seguidos con especial atención, pero es de veras inusual que tres de los seis monarcas mundiales de Seúl-99 hayan triunfado después en nuestra capital.
Hay datos reveladores: más allá de los tres casos ya citados hay un solo ejemplo de alguien que haya obtenido una presea en Seúl y luego otra en La Habana: el del sablista ruso Stanislav Pozdniakov (subcampeón allá y bronce aquí).
Es decir: los otros 20 medallistas de 1999 (tres de oro, cinco de plata y 12 de bronce) no subieron al podio en La Habana, en algún que otro caso por inasistencia, pero en otros por desplazamientos irrespetuosos, los cuales son frecuentes en la esgrima.
Vamos a detenernos tan solo un momento en el caso de uno de los campeones: el floretista ucraniano Serguei Goloubitsky no entró siquiera en el grupo de los ocho finalistas y fue enviado al noveno puesto tras haber ganado su tercer mundial consecutivo.
¡15-14!, ¡15-14..!
Han existido en la historia de estos certámenes ejemplos de algunos que han ratificado rápido aquí el último gran título ganado, y entre ellos se encuentra el de otro floretista también zurdo, pero cubano. Sí, Rolando Tucker se impuso en el mundial de Atenas-94, y en la Copa Villa de La Habana de 1995.
A la espadachina Laura Flessel, en cambio, se le acababa el ciclo y tuvo que montarse en el último tren (el del 2000) para ganar en La Habana siendo aún la campeona olímpica vigente (Atlanta-96). El mejor desempeño en esos tres años era bronce (1998).
Y Schmitt, desafiando el almanaque, pues nació el 13 de julio de 1965, completó una escalera en el período 1997-2000: plata (1997, parado solo por el cubano Iván Trevejo), bronce (1999) y el ya citado oro (2000). No se olvida que estamos refiriéndonos al campeón olímpico de Seúl-88. ¿¡Qué 35 años no son nada!?
Otra curiosidad:
De los campeones de la Copa Villa de La Habana del 2000 solo dos pudieron lograr preseas después en los Juegos Olímpicos de Sydney. Uno es la propia espadachina Flessel, quien terminó con bronce. El otro es el floretista alemán Ralf Bissdorf, dueño de la plata, tras solo perder contra Young-Ho Kim (KOR)... ¡15-14!
El asiático ganó por igual marcador en semifinales al ruso Dmitri Chevtchenko (de esa forma eliminó este al cubano Elvis Gregory, 9no.). Así, por un toque, se hizo del bronce Chevtchenko contra el francés Jean-Noel Ferrari. Kim, el campeón olímpico, se impuso en tres de sus cinco combates por 15-14, pues de igual modo lo hizo contra Cliff Bayer (EUA). ¿Y sabe cuál fue su éxito más fácil? Un 15-5 ante... ¡Serguei Goloubitsky (el tricampeón)!
Esta Copa del Mundo que comienza hoy, y tendrá estocadas hasta el domingo, debe ofrecer también tela por donde cortar en las emociones, las sorpresas, los análisis...
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