Paramilitares anuncian más guerra sucia en Colombia

BOGOTA, 6 de junio.—Los escuadrones de la muerte de Colombia ratificaron la reestructuración de esos grupos criminales con un nuevo estado mayor responsabilizado con el fortalecimiento de la guerra sucia contra todo lo que huela a izquierda, sindicatos y derechos humanos.

Un comunicado paramilitar entregado a medios de prensa en esta capital indicó que el connotado terrorista Carlos Castaño renunció al mando militar y solo se encargaría en lo adelante de la labor política.

El documento destacó la celebración de un encuentro en las montañas del Nudo de Paramillo, occidente del país, para aceptar la dimisión de Castaño a la conducción de las operaciones contra los movimientos guerrilleros y conformar un mando conjunto de seis cabecillas liderados por Ramón Izasa.

Según el comunicado, los principales jefes de los escuadrones de la muerte reconocieron la división surgida en sus filas, pero la relacionaron con el presunto crecimiento acelerado en el número de integrantes.

Las bandas de extrema derecha comandadas por Castaño hace un lustro son responsables de la muerte de más de 1 000 civiles como promedio anual, con el pretexto de eliminar a presuntos colaboradores de la guerrilla.

Entre las más recientes acciones admitidas por el jefe criminal figuran el carro bomba desactivado frente a la sede del Partido Comunista en esta capital y el atentado contra el dirigente sindical Wilson Borja.

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