 Médicos cubanos en Níger
A
nueve mil kilómetros de Jovellanos
Jorge
V. Jaime
Enviado especial
GUIDAN-ROUMDJI, Maradí,
Níger.Con los dedos, es fácil recorrer cualquier mapa.
Primero esta Niamey, la
capital de Níger, exactamente a 8 883 kilómetros al este de Cuba. Luego, 600 kilómetros
tierra adentro, el departamento de Maradí. Y por último, la villa de Guidan-Roumdji, 54
kilómetros más allá.
Hasta agosto de 2000, los
pobladores de esta comunidad de 14 000 habitantes contaban escasamente con tres médicos
nigerinos, entre ellos el doctor Idrissa Moukela, director del único hospital municipal.
Moukela es un muy competente profesional
y excelente camarada de sus compatriotas, pero poco se puede hacer frente al grueso
espectro de calamidades regionales.
Terribles flagelos como la
malaria, lepra, fiebre tifoidea, la enfermedad del sueño y las de trasmisión sexual se
engullen cada año, sin atisbo de piedad, los índices sanitarios de 11 millones de
nigerinos.
Además, la mayoría de los
partos son extrahospitalarios, tendencia que se traduce lógicamente en una mortalidad
infantil de 123 por cada mil nacidos vivos en el ámbito nacional. El niño que se salvó
tiene una esperanza de vida de solo 48 años.
Fue el panorama sanitario que
recibió un día excesivamente caluroso de agosto a un trío de especialistas de
Jovellanos, Matanzas, en Medicina General Integral (MGI): Dignarda, Valia y María de los
Angeles.
Desde entonces, la salud
de nuestra villa comenzó a entregar colores más alegres, acota Moukela, en una
suerte de proverbio haussa (principal etnia del país) expresado en simpático castellano
afrancesado.
"En Níger hemos aprendido
a hacer de todo en nuestra profesión. Lo mismo atendemos un parto, que ejercemos la
cirugía menor o trabajamos en salas de quemados. La misión ha sido una gran escuela para
todas nosotras", comenta Dignarda Barreto, la más risueña y "gordita" del
equipo.
A tenor del Programa Integral de
Salud (PIS), una iniciativa del gobierno cubano y en particular del Comandante en Jefe
Fidel Castro, más de un millar de especialistas de la Isla en las principales ramas
médicas prestan servicios actualmente en una decena de países africanos.
"Estamos muy orgullosas y
satisfechas por la labor que realizamos en Níger porque tenemos la oportunidad de ayudar
a muchas personas sencillas y pobres. En ese sentido, este país es uno de los más
menesterosos, dice la doctora Valia Fuentes.
Por ejemplo, nosotras
atendemos cada semana en el dispensario de la comunidad a unas 125 mujeres gestantes, 150
casos de niños desnutridos, y otros cientos de pacientes, quienes por ser tan humildes
apenas tienen para comprar los medicamentos", agrega.
La doctora Valia, quien trabaja
en Cuba en el departamento municipal de farmacia y epidemiología de Jovellanos, ha
devenido aquí en una activa profesional
bilingüe y diariamente imparte charlas sobre planificación familiar en idiomas francés
y haussa, que son muy bien recibidas por los pobladores.
Las tres
damas-quijotes" de la medicina cubana en Níger han impulsado además varias
campañas de vacunación antipolio a través de los "villages" (comunas pobres)
de Guidan-Roumdji, una región con cerca de un 90 por ciento de habitantes analfabetos que
se dedican principalmente a la agricultura.
Por modestia, estas valientes
doctoras no dicen que con el propósito de permanecer cerca de las comunidades más
depauperadas han vivido en casas sin servicio de corriente eléctrica y a 50 kilómetros
de la ciudad grande más cercana.
María de los Angeles Beoto, la
más delgada (la más fina aclara), solo protesta para que no se
publiquen las edades. Nos permite decir que el promedio de las tres es de 36 años.
"Te voy a confesar lo que
más echo de menos de Cuba, aparte de mi familia desde luego: el potaje de frijol
negro, dice. Y además, las cartas también las extraño. Dime periodista, por
qué se demoran tanto tiempo en llegar desde la Isla?".
En Níger hay una treintena de
postas de Salud donde laboran 64 médicos de la Isla. Los doctores cubanos ejercen su
profesión en villas rurales lejos de la periferia de las capitales.
|