 Santiago Monti recibe cataratas de amor
Octavio Borges Pérez (AIN)

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JUAN ANTONIO BORREGO |
A la justa admiración ganada por sus
interpretaciones en las series televisivas Nueve Lunas y De poeta y de loco, el actor
argentino Oscar Martínez sumó la de un carisma especial para atrapar al público con su
conversación y sensibilidad.
Me siento casi mejor que en casa y este no es
un mérito mío, sino de ustedes, manifestó al iniciar un encuentro con directores,
actores, dramaturgos y público en general reunido en el Hurón Azul de la Unión Nacional
de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
El Santiago Monti de De poeta y de loco, dijo
que no estaba preparado para la catarata de amor que recibe constantemente en Cuba, lo
cual lo compromete y lo une de forma muy estrecha a este pueblo.
Caminar por las calles de La Habana es una
clase de actuación y de música, hablar con cualquier persona es encontrarse a cada paso
con gentes con el alma en la mano, que expresa con gran autenticidad lo que siente y eso
resulta conmovedor, afirmó.
Puntualizó que el cubano es un pueblo muy
artístico, muy conectado con los sentimientos, con una conjugación entre lo corporal y
lo espiritual que no se contrapone y se expresa constantemente.
Al referirse a su trabajo señaló que ama lo
que hace y trata siempre de poner lo mejor de sí pero se siente un privilegiado en un
país donde la realidad social es bien diferente a la de Cuba.
Al respecto abundó que la época de Menem
provocó que hoy las condiciones sociales sean quizá las peores de la historia y en el
campo artístico sean muy difíciles porque se han perdido muchos derechos, transgredidos
convenios laborales antiguos, escasea el trabajo y salvo raras excepciones se cobra muy
mal.
En otra parte de su conversación se refirió
a que de unos años a esta parte se ha involucionado por las fracturas culturales causadas
por la dictadura militar. Destacó que un pueblo es una continuidad cultural y para los
argentinos ha sido imposible diseñar un modelo cultural integral, cosa que se hace más
difícil ahora con el perfeccionamiento de la invasión a través de los medios porque el
único modelo propuesto es el norteamericano.
Ejemplificó con el hecho de que más del 90
por ciento del cine que se exhibe es norteamericano y que hay una penetración cultural
tan grande que licúa las posibilidades de arribar a una identidad propia.
Por otra parte, dijo, no hay igualdad de
condiciones empezando por la escuela que tiende a ser cada vez mas privatizada, todo lo
cual implica que el nivel cultural del pueblo haya descendido.
Martínez se define esencialmente como un
hombre de teatro pero tambien ha trabajado mucho en televisión y cine y considera que un
actor debe formarse no solo estudiando, sino tambien capitalizando todas las experiencias
de la vida.
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