TEL AVIV, 13 de mayo.Por
primera vez desde el inicio de sus agresiones contra patriotas palestinos, Israel admitió
hoy abiertamente estar llevando a cabo esa política de liquidación selectiva, informó
PL.
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REUTERS |
El reconocimiento fue expresado por el ministro de
Ciencia y Deportes, Natan Vilnai, quien, al término de la reunión semanal del gabinete,
declaró a la radio militar en Jerusalén que el asesinato de militantes independentistas
palestinos constituía una política trazada por el Ejecutivo israelí.
En medio de eufemismos, el titular reconoció que los
ataques constituyen "operaciones que se inscriben en nuestra prolongada campaña para
poner término a la violencia".
La víspera, la aviación de combate sionista lanzó
varios misiles contra un vehículo perteneciente a un dirigente de Al Fatah, el partido
del líder palestino Yasser Arafat, ocasionando la muerte de un miembro de la
organización y a un policía de la Autonomía, así como heridas a cerca de una decena de
transeúntes.
La víctima buscada por la metralla sionista era el
oficial de la seguridad palestina en Cisjordania, Abdel Karim Oweiss, de 30 años, a quien
el gobierno israelí acusa de pertenecer a la milicia de Al Fatah en la región, pero
resultó ileso en el ataque.
Durante este domingo murió un palestino de 45 años y
otros 10 recibieron heridas cuando soldados israelíes dispararon contra ellos en el
poblado de Deir el Balaj, en la franja de Gaza.
Por otra parte, miembros del gabinete israelí se
pronunciaron por la continuación de los bombardeos contra poblados e instalaciones
palestinas durante la reunión semanal del gobierno.
Informaciones divulgadas en esta capital al término
del encuentro señalan que el ministro de Turismo, Rejavam Zeevi, fue el promotor de la
propuesta de apoyo al mandatario Ariel Sharon, para que este prosiga la embestida contra
el pueblo palestino.
Zeevi, ex general y jefe del partido ultranacionalista
Unidad Nacional, recomendó al ejecutivo israelí proseguir los bombardeos dondequiera que
se localicen militantes palestinos, así como destruir las sedes de la radio y la
televisión de la autonomía para acallar sus demandas de independencia.