KUALA LUMPUR.—La globalización y la situación internacional fue el título de la conferencia que ofreció el Presidente Fidel Castro este viernes en uno de los salones del hotel Renaissance, donde se hospeda durante su visita de Estado a Malasia.

Un nutrido auditorio de académicos, funcionarios de gobierno, diplomáticos, periodistas nacionales y extranjeros, y otros invitados, escuchó a nuestro Comandante en Jefe reflexionar durante poco más de dos horas sobre los orígenes de la llamada globalización, y en particular sobre su carácter neoliberal.

"La globalización es algo bastante antiguo", dijo Fidel, quien examinó el tema desde una perspectiva histórica y se remontó en su análisis a las guerras de Alejandro Magno, a la extensión del imperio romano y de creencias religiosas como el cristianismo y el islamismo.

En su exposición ante más de 400 atentos asistentes, auspiciada por el Instituto de Diplomacia y Relaciones Exteriores de Malasia, el Jefe de la Revolución cubana subrayó que en ese devenir, el suceso más importante fue el "descubrimiento" de América en 1492, que comenzó siendo la "globalización de la colonización, de la conquista de los pueblos menos desarrollados por los más desarrollados".

Pienso que la historia pudo ser otra —planteó Fidel— si Colón no se hubiese equivocado, si no hubiese existido un hemisferio en medio de su camino, porque en ese caso habría encontrado a la India, China y a los ejércitos de decenas de miles de guerreros mongoles; en vez de conquistar a Cuba con 12 caballos, se hubiese encontrado con elefantes.

Aquella globalización —dijo—, tuvo al menos el mérito de realizarse en barcos de vela, a diferencia de la que hoy se desarrolla apoyándose en adelantos tales como submarinos atómicos y teléfonos que transmiten mensajes a la velocidad de la luz, entre otros.

Globalización y neoliberalismo son fenómenos de la evolución. No los inventó ningún hombre, son resultados del desarrollo en los últimos cinco siglos. Y la globalización neoliberal —puntualizó— es una forma más sofisticada del saqueo, más peligrosa y quizás más costosa.

En su enfoque del tema, el Comandante en Jefe consideró importantes también muchos acontecimientos que tuvieron lugar en el siglo recién concluido. Uno de estos fue la intervención norteamericana que frustró la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, marcó un hito en la sustitución del colonialismo por el neocolonialismo y definió el surgimiento del imperialismo en una época en que la humanidad esperaba un cambio de signo positivo.

También destacó Fidel el papel y la responsabilidad de Estados Unidos en el actual estado de cosas del mundo. Desde los orígenes de esa nación, afirmó, estuvo presente su naturaleza agresiva y expansionista, particularmente en nuestro hemisferio.

Dentro de ese proceso, subrayó la diferencia entre el sistema norteamericano de sojuzgamiento y el pueblo estadounidense, al cual no negó cualidades positivas ni consideró culpable, aunque sí más de una vez engañado por las oligarquías gobernantes para ganar su apoyo en malas causas.

El control por Estados Unidos de la economía del planeta, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial; el predominio internacional de su moneda desde entonces y su decreto de no convertibilidad de esta por oro, dieron pie al tránsito de una economía real a una economía virtual como la que opera hoy, basada en el juego especulativo, expuso el Comandante en Jefe, quien reveló que cada tres o cada seis días se realizan operaciones de ese género equivalentes a todo el dinero que se requiere para el comercio mundial.

Si hace 40 años nos proponíamos un mundo, un mejor porvenir y una disminución de las diferencias entre países desarrollados, hoy la realidad es todo lo contrario, y es mucho mayor la pobreza de los pobres y la riqueza de los ricos, argumentó Fidel con algunas cifras y datos.

Otra idea subrayada por el Presidente cubano ante el selecto auditorio fue el carácter egoísta, excluyente y discriminatorio de la globalización neoliberal, cuya contrapartida —señaló aquí como lo ha hecho otras veces en otros escenarios— es la globalización de la solidaridad.

Un descubrimiento científico como el del genoma humano, trajo a colación, prueba que no hay diferencias entre los seres humanos, que no somos más ricos o más pobres por las diferencias de razas. Es cuestión de almas, dijo, de almas más fraternales o más egoístas, y sin asociar este concepto con la inteligencia.

No hay una globalización de la justicia en el mundo actual, respondió el Comandante en Jefe a uno de los presentes en tanto no existe un código, ni procedimientos, ni un tribunal internacional. Lo que existe es la "justicia" de los poderosos. Como prueba de ello puso el caso de Cuba, que tendría según los convenios internacionales derecho a juzgar a Estados Unidos por el genocidio que comete con el bloqueo contra nuestro pueblo, pero ¿dónde está nuestro poder, excepto nuestro poder moral?, cuestionó.

A propósito de otra pregunta, relacionada con el lugar que puede o debe corresponder a las religiones en el nuevo tipo de globalización que se quiere contraponer a la globalización neoliberal, puso de relieve los valores éticos que aquellas demuestran, el consuelo que suponen para muchos seres humanos. "Me inclino por el lado ético de la religión, por todo el consuelo y la ética que llevan al ser humano, me gusta sobre todo la ética que encierran. La religión que no acepto es la del saqueo, el egoísmo, el consumo; lo que envilece al hombre y convierte el poder en instrumento de abuso".

Admiro a los creyentes fieles y dedicados a sus creencias, y a los que con más constancia practican sus cultos, añadió.

Durante el intercambio con el público, vino a colación la recién efectuada Cumbre de las Américas, efectuada recientemente en Quebec, y la propuesta de libre comercio para la región que allí se trató. "He dicho que equivale a la anexión de América Latina a Estados Unidos", precisó Fidel, quien dio entre otros argumentos al respecto el de que los documentos de dicha reunión aún no han sido publicados, entre otras razones porque están siendo traducidos "del inglés".