TEHERAN, 10 de mayo.—Me marcho lleno de esperanza en el futuro de Irán, un gran país, un gran pueblo, expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro poco antes de concluir su visita oficial a esa República Islámica.

(IRNA-AP)

Camino del aeropuerto, Fidel visitó la casa del padre de la revolución islámica de Irán, Ayatollah Ruhollah Khomeini, acompañado por Hassan, el nieto del Iman Khomeini.

En declaraciones a la prensa en el Palacio de la República, manifestó sentirse feliz al pensar que a partir de ahora "seremos mucho más amigos y nuestra amistad será más estrecha".

Guardaré un recuerdo imborrable. Me ha gustado todo en este país, dijo.

Tras comentar que se trata de una nación de grandes personalidades, Fidel manifestó su satisfacción por cada una de las entrevistas que sostuvo.

Es imposible llevarse un recuerdo más agradable y un concepto más alto del que me llevo de Irán, sus autoridades y su pueblo, añadió.

Reiteró que nunca olvidará esta visita, en la que aprendió mucho, y destacó que prevalecieron la hospitalidad y el más sincero sentimiento de amistad.

"No hubo formalismo alguno, todo fue serio, amable, sumamente respetuoso'', remarcó.

Dijo el Presidente cubano que se marchaba con un poco de tristeza al dejar a los amigos que ya conocía y a los nuevos, y expresó gratitud a todos aquellos que participaron y cooperaron con la visita.

Por su parte, el presidente iraní, el Hojjatoleslam Seyed Mohammad Khatami, valoró altamente los resultados de este encuentro con el líder cubano, a quien, opinó, se le quiere cada vez más, sentimiento que se apreció en la Universidad de Teherán, apuntó.

Buscamos la continuación y profundización de las relaciones para fortalecer los vínculos entre las dos naciones y sus pueblos, agregó.

El Comandante en Jefe explicó que en los intercambios bilaterales se insistió en los objetivos comunes, y en la presencia activa en los foros internacionales para defender los valores humanos y la justicia.

Puntualizó que en los campos científico, industrial y comercial hay más capacidad de trabajo en conjunto.

Camino al aeropuerto, Fidel se detuvo en la casa donde vivió el Imán Ruhollah Khomeini tras su regreso del exilio al triunfar la revolución islámica.

Luego del recorrido, el Presidente cubano escribió en el libro de visitantes: He tenido el privilegio de conocer de cerca, muy cerca, a una de las personalidades más grandiosas de la historia, en la intimidad de los últimos años, los últimos días y minutos de su vida, junto a sus familiares y amigos más cercanos. Me siento sumamente honrado y emocionado; solo atino a repetir: ejemplo, ejemplo, un verdadero ejemplo, desde lo más profundo de mi corazón.