RIO DE JANEIRO (PL). Amenazada por la
disolución, debido a la falta de respaldo oficial después de seis meses sin pagar a sus
músicos, la Orquesta Filarmónica de Rio se encuentra hoy en venta al mejor postor.
El anuncio de "se vende una orquesta
filarmónica" puede parecer estrafalario, pero ya apareció esta semana en los
clasificados del diario O'Globo, inserto por su director, el maestro Florentino Dias.
Ante la falta de interesados hasta el momento, solo le
falta colocar un cartel en la puerta de la sede de la afamada agrupación carioca,
presente siempre en los más notables acontecimientos culturales de esta ciudad.
"Quien sea amante de la música, o estime que
llegó la hora de dar una prueba de amor, quien se quiera dar el lujo de ser dueño de una
orquesta, o simplemente quien desee contabilizar para su empresa los beneficios del
patronato de las artes, solo precisa de tres millones de reales anuales, poco menos de un
millón y medio de dólares."
Esta advertencia, de aparente tono irónico o
humorístico, figura en las declaraciones del primer trompeta Ozeas de Araujo, quien
confió al diario Jornal do Brasil que el director piensa vender la filarmónica a alguna
compañía.
Los tres millones de reales incluyen el pago de
modestos salarios, mantenimiento de los instrumentos y partituras.
Los 70 músicos integrantes de la prestigiosa
agrupación sobreviven actualmente tocando en matrimonios y otros eventos, o dando clases,
pero todavía sueñan con retomar los conciertos en lugares más dignos.