A ritmo del Son vuelven las Giras Nacionales

Omar Vázquez

El anuncio de las Giras Nacionales del 2001 fue, al menos, por lo que se vio en el Estadio Capitán San Luis (Pinar del Río) una buena premonición de lo que puede ser este proyecto del Ministerio de Cultura.

Las giras incluirán a agrupaciones musicales de gran convocatoria, los Circubas, ahora con una mejor selección del elenco, y el espectáculo Lauros del Milenio, que recorrerá todos los municipios del país. El título responde a que numerosos integrantes del Circo Nacional han sido galardonados en esta etapa.

Alexis Vázquez, director del Centro Nacional de la Música Popular y al frente de la conducción artística del programa presentado, explicó que las giras se iniciarán por esta provincia y finalizarán en las orientales, para lo cual se invertirán no pocos recursos.

Difícilmente se van a volver a reunir manifestaciones tan disímiles, que hicieron la delicia de los incalculables espectadores que acudieron al Capitán San Luis. El circo, viejo aliado del Music Hall, estuvo bien representado por Armelio, un excelente malabarista; Anarella, contorsionista; Odalys, danza con aros; Yol y Clarilde, adagio en roland roland, quienes poéticamente recordaron al Charles Chaplin de Candilejas. El nivel de estos jóvenes artistas fue resaltado por la animación de Alberto Rigual.

Lo humorístico del programa fueron Los René, Mustelier y René. Y lo mejor de ellos es que sus chistes, no exentos de la picaresca criolla más actual, no acuden a la chabacanería tan al uso en espectáculos teatrales y de centros nocturnos.

David Alvarez y Juego de Manos trajeron un aire fresco a nuestro panorama musical. Y como reza uno de sus pegajosos estribillos, hubo que tener cuida'o, cuida'o con ellos. Poseedores de buen nivel técnico, no se aferraron a la computación ni a la electrónica, sino a los instrumentos acústicos y como soporte, desde el sonido victrolero hasta el son de su natal Manzanillo (tipificado en sus famosos órganos de manigueta).

Terminó David y continuó la atmósfera con Los Van Van y su nueva alineación vocal: Mayito Rivera y Roberto, con El Lele (hijo) y Yenny (de reciente incorporación), que después de transitar como grupo imprescindible por diferentes modalidades y más cercanamente por la llamada timba (con elementos rumberos en el trabajo vocal y de la percusión fusionados con el songo) ha enfilado nuevamente hacia sus orígenes, como pusieron de manifiesto en Son natural y otros números que están promocionando en la radio nacional; pero siempre presente ese hálito creativo que conduce hacia Juan Formell cuando se habla acerca de la música cubana de las tres últimas décadas.