Cuba sigue libre de Encefalopatía Espongiforme Bovina (enfermedad de las vacas locas) y la fiebre aftosa, según dio a conocer aquí el Instituto de Medicina Veterinaria (IMV).

La información refiere que desde 1993 el mal de las vacas locas es objeto de atención por el IMV, que tras un análisis la evaluó como de riesgo mínimo para la Isla, pues esta no importa harina de carne y hueso, ni semen, embriones o carne de los países afectados.

Agrega que no obstante, ante el agravamiento de esa epidemia sobre todo en el continente europeo, se creó un Grupo de Trabajo Nacional, formado por 15 organismos o instituciones de la Administración Central del Estado, que ha reforzado las medidas regulatorias preventivas, de vigilancia y control.

En cuanto a la fiebre aftosa indica que jamás ha estado presente en Cuba, no obstante y debido a que Gran Bretaña exportó al resto de las naciones europeas animales vivos susceptibles, el Instituto adoptó medidas extremas para proteger a la Isla.

Se cuenta con un subsistema de Protección de Frontera responsabilizado con la elaboración de normativas y de ejecutar acciones de salvaguarda para minimizar los riesgos de introducción al país de enfermedades graves de los animales.

El servicio se presta en aeropuertos, puertos, marinas, polos turísticos, áreas protegidas, zoológicos, acuarios, áreas de recalo internacional y zonas francas, entre otros, y además se prohibe visitar granjas de animales a extranjeros y personal cubano que ha estado en contacto con animales suceptibles en países afectados.