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| ALBERTO BORREGO |
Cuarenta mujeres de todo el país cuya vida ha estado
vinculada estrechamente con la existencia y desarrollo de los círculos infantiles,
recibieron ayer el homenaje de la Federación de Mujeres Cubanas y el Ministerio de
Educación, como parte de las actividades que tienen lugar en la capital, sede de las
celebraciones por el aniversario 40 de esa institución educativa prescolar.
De esa forma fueron reconocidas tanto mujeres que
participaron un día como hoy, hace 40 años, en la fundación de los círculos, como
trabajadoras con una activa y destacada trayectoria en esa labor.
Vilma Espín, presidenta de la FMC, condecoró con la
Distinción 23 de agosto a 13 de las homenajeadas y con todas sostuvo además un encuentro
en la sede de la organización femenina.
En el acto de reconocimiento, Sonia Beretervides,
miembro del Secretariado Nacional de la FMC, destacó el espíritu de consagración y
sacrificio constante de esas mujeres a favor de la infancia y su meritoria labor, con la
cual se han ganado el cariño y respeto de varias generaciones que han tenido el
privilegio de recibir sus enseñanzas y formarse como hombres y mujeres íntegros.
En el encuentro, también Vilma Espín recibió un
certificado y homenaje especiales de las propias mujeres cubanas, por ser
"inspiradora y fundadora de los círculos, primer eslabón de una educación de nuevo
tipo" y fue reconocida, de forma particular, la compañera Lidia Dávila, quien fuera
la primera directora de la escuela Marina Azcuy, para la formación de asistentes de esos
centros de enseñanza prescolar.
Entre recuerdos, canciones, anécdotas y urgencias de
hoy, transcurrió el encuentro, durante el cual la Presidenta de la FMC insistió en la
necesidad de continuar trabajando para elevar la calidad de la preparación de las
educadoras y asistentes, fundamentalmente en la capital, donde existe una alta demanda y
es necesario, señaló, una convocatoria de mayor alcance para captar personal joven y
cada vez mejor formado para esa "tarea de la ternura y la responsabilidad, que es
cuidar y enseñar a los niños desde pequeños, cuando apenas empiezan a caminar y a
hablar".
Satisfacción personal y entrega fueron frases
repetidas entre las homenajeadas, quienes reconocieron en los círculos infantiles un
pilar de la enseñanza cubana. "De una atención asistencial que dio oportunidad a
las mujeres para incorporarse al empleo y la vida social, se fueron transformando en un
paso muy importante en el aprendizaje y la educación de sus hijos", precisaba Eneida
García, de Villa Clara.
También en representación de muchas que a lo largo de
estos años han dejado sus esfuerzos y experiencias en esa labor, dos de las fundadoras
recibieron la Medalla Pepito Tey y otras 10 la Distinción por la Educación Cubana, de
manos del ministro de Educación, Luis Ignacio Gómez, durante un acto realizado en el
Centro de Convenciones Pedagógicas de Cojímar.
También allí se efectuó la recancelación de un
sello de correos conmemorativo a la fecha por parte del Ministro de Educación y el
viceministro de la Informática y las Comunicaciones, Boris Moreno Cordobés.