 Estados Unidos
Cacería de seres humanos
Doctor SANTIAGO CUBA FERNANDEZ
*
Mientras Estados Unidos trabaja denodadamente y deshonestamente en Ginebra
para obtener una condena contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en el
interior de ese país se produce una violación de los derechos humanos del
fundamental, el derecho a la vida que podría calificarse como el más bárbaro y
brutal de cuantos ocurren en el mundo: la cacería de seres humanos.
Recientemente apareció en la red mundial Internet un
sitio Web originado en Arizona en el cual se invita a participar en un nuevo deporte,
la cacería de seres humanos y se ofrecen datos adicionales a los interesados de
cómo adentrarse en esas prácticas.
Como es conocido por nuestros lectores el ingreso de
inmigrantes mexicanos a Estados Unidos a través de la frontera común constituye un grave
problema para ambos países, que se agrava por la forma en que el primero trata de
afrontarlo como problema migratorio, cuando en esencia se trata de un problema laboral.
Un elevado porcentaje de las faenas agrícolas en
muchos estados del Sur son realizados por braceros mexicanos que aportan a la economía
norteamericana, según estudios especializados 10 000 millones de dólares.
Pero eso no impide que en la frontera y sus alrededores
reine un clima de violencia que se expresa en crueles persecuciones, atropellos y
asesinatos. Entre 1995 y el 2000, 700 inmigrantes perdieron la vida en su intento de
establecerse en Estados Unidos.
Pero hasta hace algún tiempo la responsabilidad por
esas muertes generalmente correspondía a las patrullas fronterizas por acción u
omisión. Sin embargo, en los últimos tiempo, han comenzado a participar en ellas
rancheros norteamericanos que al hacerlo alegan estar defendiendo su propiedad territorial
y bienes, y hasta amparados por la sacrosanta 4ta. Enmienda Constitucional.
En dos formas están participando estos rancheros
sureños en la persecución de los inmigrantes. Una de ellas es capturarlos y entregarlos
a las autoridades.
El gobierno mexicano ha protestado ante el
norteamericano por este proceder de los rancheros que recientemente detuvieron sin
tener facultades legales para hacerlo a 16 inmigrantes mexicanos y los entregaron a
la patrulla fronteriza.
Y la otra la más grave es cuando aplican
la "justicia" por su propia mano. Un alto funcionario de la patrulla fronteriza
declaró que decenas de inmigrantes eran asesinados por los rancheros y enterrados en los
campos, lo que hacía imposible cualquier ulterior investigación.
Un ranchero profundamente racista, xenófobo e
ignorante nombrado Jacques Arturo, que concurrió a un programa de televisión, defendió
apasionadamente su derecho a disparar contra cualquier inmigrante que penetrara en su
propiedad y alegó el derecho a invitar a sus amigos a que le ayudaran en esa faena. E
invocó la 4ta. Enmienda.
Pero no todos los inmigrantes asesinados por rancheros
han desaparecido. Existen casos concretos en que han sido identificados plenamente.
Por ejemplo, el de Eusebio Aro, inmigrante mexicano
acribillado a balazos por un ranchero. ¿Su delito? Haber penetrado en el rancho para
tomar agua y comer algunas frutas. Al responsable de ese crimen no se le siguió
procedimiento judicial alguno.
Otro caso es el de Cidriano Ramírez, también
mexicano. Este joven escapó con vida, pero continúa en grave estado, después de haber
sufrido cuatro delicadas operaciones. Y el ranchero texano agresor dijo haberle disparado
indigna repetirlo porque "lo había confundido con un perro".
Y ahora, esta invitación de Internet a participar en
el nuevo deporte: cacería de seres humanos, coincidiendo con los trajines ginebrinos
sobre los derechos humanos.
En lo interno Estados Unidos es como la cocina en que
una bruja prepara repugnantes pócimas y luego, disfrazada de hada beatífica, sale por el
mundo a "proteger" los derechos humanos en los demás países.
El problema consiste en que cada día,
menos gente cree en cuentos de hadas y de brujas.
( *Este trabajo del doctor Santiago Cuba
Fernández, fue enviado a Granma por su autor pocos días antes de su sensible
fallecimiento.)
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