El sereno atractivo de la ciudad
africana se nutre sobre todo de la hospitalidad, candidez de sus habitantes, y de la
disposición hermosa de la urbanidad, pero además del último frescor antes del verano de
su foresta, que aunque "dormida" según la leyenda haussa se
presenta siempre amable para el transeúnte abatido por el calor intenso.
Este fue el panorama que encontraron las cubanas María
Matos y Odalys Brook cuando llegaron acá el 8 de agosto del 2000, y no precisamente en un
evento turístico. La doctora María trabaja en Cuba en el Policlínico Docente del
municipio capitalino de Playa, y la doctora Odalys en el Policlínico Docente Municipal de
Santiago de Cuba, desde hace 11 años.
Las galenas caribeñas cumplen en Níger su primera
misión médica internacionalista a tenor del Programa Integral de Salud (PIS) impulsado
por el Gobierno cubano para bien principalmente de países del llamado Tercer Mundo,
tradicionalmente huérfanos de planes de sanidad sostenibles a largo plazo.
"A pesar de las duras barreras del idioma, hemos
aprendido a integrarnos bien con la comunidad, un paso elemental, pero grande para la
gestión de cualquier médico donde sea que esté", comenta María Matos, una
especialista en Medicina Tradicional y Natural, graduada en 1995 en el Hospital Naval de
Ciudad de La Habana.
Apunta: "Nuestro primer gran éxito fue erradicar
la mortalidad materno-infantil en este territorio, lo que significa cambiar los patrones
de salud para beneplácito de unos 30 500 pacientes potenciales. Antes de llegar nosotros
el hospital reportaba unas dos muertes mensuales de recién nacidos o madres".
La doctora Matos simultanea su trabajo en la sala de
maternidad del hospital distrital con la entrega apasionada a una iniciativa propia, bien
sui géneris. La fundación de una "Clínica del Dolor" en Madawa, con métodos
de medicina verde y acupuntura dirigida a los enfermos más pobres.
"Esta idea surge a raíz de una necesidad
profesional de ayudar a las familias nigerinas más modestas económicamente con un
servicio de salud tradicional, donde son resueltas muchas dolencias muy frecuentes sin la
inclusión de fármacos, en su mayoría caros", explica Matos.
Junto a la doctora "Mary", como llaman en la
villa a esta típica y extrovertida mulata santiaguera de 34 años (que ahora vive en La
Habana aclara con gracia), vive y labora la cooperante de la salud y especialista en
Medicina General Integral (MGI), Odalys Brook, natural también de la llamada
"provincia caliente".
La doctora Brook, graduada en 1989, ha crecido
profesionalmente en Níger, según sus propias palabras. "Llegué como médico MGI
con grandes ideas y pasión científica, y devine una especialista mucho más integral de
lo que pensé podía alcanzar", señala.
"Acá, en el hospital, he hecho de todo como
médico general, y he atendido a pacientes con enfermedades como malaria, tuberculosis,
meningitis, o fiebre tifoidea, dolencias que difícilmente hubiera podido conocer en Cuba
por el alto nivel de nuestro sistema de Salud Pública", subraya.
Entre otras experiencias profesionales muy
satisfactorias, la doctora Brook recuerda con especial agrado el caso de un adolescente de
14 años que llegó una noche al hospital con un estado grave de meningitis bacteriana.
"Fue uno de esos días en que agradecí
profundamente a la Revolución darme la oportunidad de ayudar a otros países pobres como
cooperante de la salud. Sentí que cumplía sagradamente con la función altruista del
médico internacionalista", comenta emocionada Odalys.
Al joven nigerino se le aplicó de inmediato un
tratamiento intensivo de fuertes antibióticos (cloranfenicol y penicilina) y en 72 horas
comenzó a notarse su mejoría. Mañana este mismo chico, Mohamed, que ama al fútbol y la
equitación, podría convertirse en otro gran deportista africano.
Alrededor de un millar de especialistas cubanos en las
principales ramas médicas están desperdigados, de muy buena voluntad, por una decena de
países africanos. Extensos territorios (Níger o Malí) o pequeños estados (Ghana,
Burkina Faso, Guinea Ecuatorial) disfrutan, gracias al PIS, de la labor de los sanitarios
caribeños desde mediados de 1999.
En los últimos dos años, los médicos cubanos en
Níger han atendido a unos 112 356 pacientes. Este récord comprende más de 2 000
intervenciones quirúrgicas y 3 000 partos.