![]() |
Una época tan nueva y tan compleja como esta requiere más que nunca de principios y requiere de mucha más concienciaReunión internacional para analizar los problemas de la globalización neoliberal
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado) (Fidel, que había intervenido varias veces desde la Presidencia, al terminar José Luis, Ministro de Economía y Finanzas, se acerca al podio y les habla) Nadie se asuste (Risas). Tenía que pasar por aquí y quería despedirme, un saludo de despedida, y expresarles, especialmente, nuestro agradecimiento por la presencia de todos ustedes en nuestro país. Me refiero en este caso, principalmente, a quienes tuvieron que viajar muchos kilómetros para llegar a Cuba, en muchos casos haciendo sacrificios personales, puesto que no pertenecen a aquellos sectores que disponen de muchos recursos, para participar en este encuentro. Así se han reunido, a veces, miles de maestros latinoamericanos en nuestro país; algunos de ellos, en ocasiones, han comprometido el salario de muchos meses o hasta de un año; igualmente médicos, pedagogos y otros profesionales. Hemos tenido muchas reuniones internacionales. Recientemente, incluso, más de 10 000, entre 10 000 y 15 000 jóvenes de todo el mundo participaron en un festival en nuestro país. Sabemos los sacrificios que significa muchas veces viajar a Cuba; además, el gesto valiente de hacerlo, puesto que hay a quienes no les gusta que visiten a Cuba. Hemos escuchado magníficas intervenciones, hemos aprendido mucho, tanto de los que expusieron sus ponencias como de los que expresaron sus ideas en torno a los temas que aquí se debatieron. Considero que ha sido realmente muy útil la reunión. Todos hemos escuchado con reconocimiento, con respeto y con gratitud al Secretario Permanente del SELA, nuestro ilustre amigo Moneta. Es de admirar la claridad y valentía con que habló. Cuando aquel amigo boliviano le hizo una pregunta, yo me alarmé, porque si todos nos ponemos a hacerle preguntas... A mí me habría gustado hacerle algunas; pero no, eso es cuando nos encontremos y podamos conversar discretamente. No obstante, él explicó, dijo con toda honradez cosas claras, y lo dijo con arte, experto en relaciones internacionales, no porque lo hayan presentado así entre los títulos mencionados cuando lo honraron hoy con un diploma, sino porque lo demostró en la forma en que se expresó y dijo lo que debía decir, con el tacto y el cuidado que debía decirlo, quien dirige una organización que tiene que trabajar con los gobiernos de nuestra región. Aunque puedo hablar con un poco más de libertad desde una tribuna pública, tengo igualmente el deber de ser discreto, atenerme lo más posible a los principios y a las reglas de la diplomacia, y, especialmente, a los principios de la estrategia y de la táctica política. Nunca me verá nadie, por ejemplo, decir una mentira, o decir algo que no sienta; pero no se puede estar diciendo todas las verdades, todos los días, a todas horas. Si alguien lo hiciera estaría descalificado para determinadas responsabilidades. A veces cuando algunos periodistas me hacen determinadas preguntas, les he dicho: "Francamente, ¿no te das cuenta que no soy enteramente libre para decir todo lo que me gustaría decir?" Tenemos responsabilidades, y muchas veces es necesario limitarse en cosas que desearíamos expresar. Es un deber. En mi caso, incluso, si me ordenan irme para la casa y fuera libre en cuanto a tiempo, no sería libre para decir lo que quisiera decir, o lo que me gustaría decir, o lo que se podría decir, porque aun así, por la participación junto a nuestro pueblo durante muchos años, en una lucha tan larga, tan dura, tan difícil, que aun no ha concluido, hay cosas que no tenemos derecho a contar todavía, como si la historia de lo que hemos realizado entre muchos fuera propiedad personal de cualquiera de nosotros. Unos periodistas que siempre me pescaban aquí al pasar -de tal modo que incluso ayer ustedes se fueron a almorzar y conversando con ellos pasó el tiempo sin que me diera cuenta, de modo tal que llegó un compañero y me dice que ya teníamos que irnos porque se iniciaba de nuevo la sesión, sin darme cuenta había estado no sé si hora y media o dos horas hablando con ellos- me provocaron con algunos temas; me preguntaron por el Che, y les empecé a contar algunas cosas del Che. Hasta dije que a veces siento deseos de escribir algo sobre el Che, una especie de biografía del Che, o tan siquiera las impresiones desde que lo conocí hasta hoy, porque lo sigo conociendo, ayer como combatiente, con el fusil al hombro, entre montañas, cumpliendo misiones muy difíciles; hoy como combatiente presente, con sus ideas, con su ejemplo, como símbolo que es: símbolo de nuestra América, hijo de nuestra América, símbolo de nuestras aspiraciones, símbolo de nuestra Revolución, hermano entrañable al que realmente pude conocer muy, muy bien. Esos sentimientos los expresé con una frase cuando me preguntaron por los libros que se habían escrito sobre él, especialmente en el exterior, a veces por gente que lo ignora todo, por personas que ya, claro, no se atreverían a hablar contra él y sus ideas, salvo alguno que otro miserable; no se atreverían siquiera a tratar de reducir su imagen. Y hasta en ocasiones lo tratan de emplear contra la Revolución, contra Cuba, e incluso contra los que fuimos sus entrañables compañeros y hermanos de lucha. La respuesta a aquella pregunta sobre los libros fue: "El Che es mucho más que todo lo que se ha escrito sobre él." Hoy mismo, en la nueva emboscada, me estaban pidiendo unos minutos, y me estaban pidiendo una entrevista para hablar sobre algunas de estas cosas. Digo: "Sí, y les recomiendo que se lean esto y esto" -algunas de las cosas escritas por él para que puedan prepararse mejor; eran de la televisión-, "y yo con mucho gusto les puedo hablar, aunque no podré decirles todo ni podré hacer toda la historia", porque todavía, ni siquiera ahora, y aun después de treinta y tantos años de su muerte, se pueden revelar todos los detalles, todas las ideas, todas las tácticas, porque estamos envueltos en la misma batalla, frente al mismo adversario, y hay cosas que no se pueden divulgar todavía. Mucho, sin embargo, puede ya contarse, y más cuanto más el tiempo pasa. Si no hay tiempo para escribir memorias, al menos habrá que dejar la mayor cantidad de testimonios posibles, o relatos, o cosas que le permita a alguien hacerlo. Ni siquiera ese lujo tal vez podamos darnos. A ustedes les expresé a lo largo de las sesiones, con un poco más de libertad, lo que pienso, lo que siento, mis más profundas convicciones; a grandes rasgos, muy brevemente: algunas ideas esenciales, nuestra percepción de lo que está ocurriendo ahora en el mundo y nuestra percepción de lo que ocurrirá en un futuro, a partir no de utopías ni de magia, ni tratando de convertirnos en agoreros, sino consultando únicamente la experiencia, analizando y meditando sobre los hechos y sobre los acontecimientos. Tengo convicciones profundas sobre este desarrollo que lleva el mundo, sobre esa globalización de que hemos hablado y a la cual hemos bautizado; para dar una idea nada más y para sintetizar en una frase lo que nosotros calificamos como globalización neoliberal, que no niega el proceso de globalización, que es inevitable, que es inexorable, y sobre lo cual hay que estudiar mucho. |
| Home | Internacionales | Nacionales | Deportes | Cultura |E-mail | |
|