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 Se trata de formar profesionales con la mente puesta en
la prestación de servicios en los lugares más apartados, más difíciles
Ofrecimos 500 becas cada año para estudiar medicina. En algunos
cables ha aparecido 500 becas cada año, pero en general se habla de 500 becas: Cuba ha
ofrecido 500 becas. Quiero complementar la idea y explicarla.
Cuba ha ofrecido 500 becas anuales por un período de 10 años.
Inicialmente no mencionamos este detalle, pero la idea nuestra es conceder por un período
de 10 años 500 becas anuales a jóvenes centroamericanos, ya bachilleres, para estudiar
medicina. Es decir, realmente Cuba ha ofrecido 5 000 becas, no 500, ¡cinco mil!, es lo
que está ofreciendo Cuba, 500 cada año por un período de 10 años. ¡Cinco mil becas en
total!
Una cosa que nos agradó muchísimo de la conversación sostenida
ayer por nuestro Ministro de Relaciones Exteriores con el Presidente de Guatemala, fue que
le expresó su gran interés por esas becas. Pero planteó una idea: que él deseaba que
la mitad de esas becas fuesen otorgadas a jóvenes estudiantes indígenas. ¡Vean qué
excelente idea! En ese país más del 50% de la población es indígena, en muchas aldeas
la población es totalmente indígena, me pareció maravillosa la idea.
Ahora se está meditando, sobre todo, cómo se hace, cómo se
selecciona. Ese es un trabajo que hay que realizar lo más rápidamente posible.
Ahora, quiero decirles que el impacto que ha tenido la noticia de la
oferta de Cuba de 500 becas por año ha sido increíble, ¡realmente increíble!, en los
dos países centroamericanos visitados por Robaina.
Permítanme añadir algo más: En los dos días siguientes, ayer y
antes de ayer, desde que se anunció el miércoles a las 2:00 de la tarde este programa
fue muy difundido por la radio, la televisión y la prensa en toda Centroamérica, y los
teléfonos de nuestras embajadas en Nicaragua y Guatemala, o de nuestra Oficina de
Intereses en Honduras, no han cesado de recibir llamadas.
Anoche mismo les estábamos preguntando y nos dijeron lo mismo: que
no paran los teléfonos. Pedimos algunos datos a nuestro Encargado de Negocios en
Nicaragua, por ejemplo, cuántos ingresaban en las universidades. El dato que nos dio
-habría que ratificarlo- fue de unos 5 000 en las universidades para todas las carreras.
Pregunté: ¿Cuántos se gradúan de bachiller? Me dice: "Entre 20 000 y 25
000." Hay un enorme potencial en ese país de jóvenes para seleccionar los que
aspiren a estudiar medicina.
Ahora hay que discutir con cada país, más o menos, los criterios
de selección. Ya les expliqué que el Presidente de Guatemala planteó especial interés
en que no menos de la mitad fuesen de origen indio. En nuestro criterio es precisamente
tratar de formar profesionales con la mente puesta en la idea de que presten servicios en
los lugares más apartados, más difíciles; si el potencial es grande, es perfectamente
posible hacer buenas selecciones. Hay que analizar con los ministros de salud y con las
autoridades de cada país los criterios y métodos de selección.
Me imagino que en toda Centroamérica sea más o menos igual.
Debemos aprovechar cinco o seis meses antes de septiembre para cursos intensivos de
preparación de ingreso.
Estamos viendo en nuestras capacidades en ciencias básicas de
Girón, más otras instalaciones, lo que hay que hacer para poderlos recibir cuanto antes,
a partir de enero, no sea que pierdan varios meses que pueden ser aprovechados en su
preparación.
Ahora, es tal la demanda en estos momentos que estamos, incluso,
pensando que dentro del programa de 10 años, el primer año ingresen 1 000, en vez de
500, al comprobar en los dos países visitados el enorme interés de las autoridades y los
jóvenes por esas becas. Estamos analizando todo, y tendremos las condiciones para recibir
1 000 el primer año, y después pueden ser 500, 500 y 500 cada año sucesivamente.
Mientras ellos se formen, podrán contar con nuestros médicos. No
se trata únicamente de médicos cubanos, no queremos estar solos allí. Lo hemos
planteado como un programa latinoamericano, con la inclusión de médicos
latinoamericanos; más aún lo estamos planteando como un programa iberoamericano, de
España, Portugal. Puede convertirse, a lo mejor, en euroiberoamericano, porque hay
posibilidades, pienso, que algunos países de Europa Occidental quieran contribuir
económicamente a un programa como este, e incluso, aportar personal calificado.
Entonces, en 10 años al final serían 5 500 becas. Vamos a esperar,
pero ya les hemos comunicado a algunos gobiernos del área la idea de ampliar en este
primer año el número de becas, pues en este primer año va a ser tremenda la presión.
Tenemos capacidades y estamos formando médicos del Caribe, todos
los que los caribeños quieran formar; estamos formando igualmente médicos sudafricanos y
de otros países. Vean que realmente nosotros no hacemos publicidad ni propaganda con la
cooperación que brindamos a numerosos países del Tercer Mundo.
Un país como Paraguay solicitó becas hace rato, y hay ya 120
estudiantes paraguayos como becarios para estudiar medicina. De eso no se ha pronunciado
nunca una palabra. Hay otro número de ellos que ayudan a costear sus estudios, pagan una
cantidad. En el período especial se estableció esa fórmula para algunos casos. Pero
para nuestros vecinos del Caribe todas estas becas que ofrecemos son gratuitas. Cuando
hablo de becas, son becas gratuitas. Paraguay, por ejemplo, recibió 120 becas gratuitas;
jóvenes estudiando medicina, que seleccionaron preferentemente del interior del país.
Tengo entendido -les estoy hablando de cifras aproximadas- que hay además 80 que pagan
por estudiar medicina en nuestro país, aunque la mayoría reciben las becas
gratuitamente.
Realmente, ¿cuántas becas pagadas tendremos en medicina, Dotres?
(Dotres le responde que 500 pagados y 800 becarios en medicina.) Correcto. Los que no
reciben becas gratuitas pagan 5 000 dólares al año por su estancia y estudios, ese es el
costo. Son cifras que están muy por debajo de las que se pagan, por ejemplo, en Estados
Unidos. No se sabe lo que cobran en algunas universidades, pueden ser 15 000, 20 000, 30
000 por año.
¿Cuántos estudiantes de medicina tienen los sudafricanos? (Dotres
le responde que hay unos 60 ó 70 sudafricanos.) Los sudafricanos pagan, es decir, el
Ministerio de Salud sudafricano costea sus gastos. Es un país que tiene recursos; pero
pensando en el problema social existente en Sudáfrica donde todas las aldeas, por
ejemplo, cada vez más están solicitando médicos cubanos, nosotros hasta les hemos
propuesto, más bien, enviar profesores y que ellos los preparen allí tan masivamente
como sea posible. Debe tomarse en cuenta que la población negra sudafricana tuvo muy
pocas posibilidades de estudiar en las universidades. Era un privilegio de la clase rica
que apoyaba el apartheid. Les dijimos que a nosotros nos daba pena, realmente, la
situación, con unas decenas de estudiantes de origen africano cuyos estudios debían ser
pagados.
De acuerdo con el presupuesto disponible por el Ministerio de Salud
Pública de Sudáfrica, que dirige una excelente luchadora contra el apartheid, la que
precisamente visitó a Canadá y explicó lo que les conté, el número de estudiantes de
medicina que puede enviar a Cuba es limitado. Nosotros le dijimos que nos daba vergüenza,
realmente, cobrar por las 60 becas, que íbamos a renunciar a lo que estaban pagando por
unas decenas de becarios, que tenían que enviar más, y, tomando en cuenta los gastos de
viaje, promover el estudio masivo en la propia Sudáfrica con profesores cubanos o, de lo
contrario, no se resuelve más nunca la necesidad actual de médicos en ese país, capaces
de trabajar en las aldeas.
¿Sabe cuáles son las capacidades de nuestras 21 facultades de
medicina? Treinta mil. Hay unos 15 000 estudiando medicina, que incluye, desde luego,
algunos extranjeros. Nosotros fuimos reduciendo progresivamente el número de estudiantes
cubanos de 6 000 que ingresaban por año hasta 2 500, más o menos. Habíamos cumplido en
lo esencial nuestras necesidades de personal médico para nuestros ambiciosos planes de
salud. Se trataba ahora de preparar los reemplazos y mantener una reserva.
Habíamos concebido en nuestro programa elaborado a principios de la
década del 80 la idea de disponer de 10 000 médicos para ayudar al Tercer Mundo. En esa
época se crearon todas esas facultades de que hoy disponemos, mucho antes del período
especial; vino después el período especial, las limitaciones de recursos y otras
dificultades, que en cierta medida alteraron los programas. Parte de las capacidades como
estaba concebido se utilizaron para formar licenciados en enfermería y otros técnicos de
la salud. Pero disponemos de capacidades de reserva.
Los países caribeños de habla inglesa, que son nuestros amigos
más estrechos, que fueron vanguardias en la lucha contra el aislamiento en este
hemisferio, que han brindado valiente apoyo a Cuba en las Naciones Unidas, en Lomé y en
todos los foros internacionales, que son pequeños países, tienen una cuota en conjunto
de no menos de 1 000 becas gratuitas para distintas carreras. Si necesitan más tendrán
todas las que necesiten.
En Namibia tuve la satisfacción de ver a algunos que vinieron como
niños, de 10 y 12 años, sobrevivientes de la matanza de Cassinga, al sur de Angola, uno
de los grandes crímenes que cometieron allí los fascistas del apartheid.
Creamos para ellos una escuela en la Isla de la Juventud, muchas
veces la visitamos. Tuve la satisfacción de encontrarme en mi paso reciente por ese país
a médicos y profesionales universitarios de aquellos niños que tantas veces visité en
aquella escuela -realmente, no se sabe lo que significa desde el punto de vista moral y
humano lo que hicimos-, y algunos han ascendido a ministros. El Ministro de uno de los
ministerios más importantes de Namibia con sus ricos mares, el de la Pesca, es un médico
formado en Cuba, jovencito, que vino de 12 años, sobreviviente de la matanza de Cassinga.
No se sabe lo que vale sembrar esas semillas en el mundo.
Nosotros llegamos a tener 22 000 becarios extranjeros estudiando en
nuestro país. Ningún otro país del mundo tuvo nunca tantos becarios per cápita como
Cuba, y esos están en todas partes del mundo, en Africa y en otras regiones del mundo.
Eso ayuda también a explicar la solidaridad del Tercer Mundo con Cuba; eso ayuda a
explicar los 157 votos contra 2, aunque no lo hicimos por eso, lo hicimos por nuestros
ideales y por nuestros sentimientos de solidaridad y de internacionalismo (Aplausos).
Esa es nuestra ideología, y eso es lo que predicamos, no con
palabras, sino con el ejemplo, y apoyados en la libertad de ser, tal vez, el único país
del mundo -vean esta palabra-, no digo el único país libre del mundo, sino el único
país del mundo que puede hablar con absoluta libertad, con ciento por ciento de libertad;
quítenle si quieren un 0,5%, porque hay veces que, aunque sin decir mentiras, que nunca
las decimos, por cortesía estrictamente diplomática hay que ser cuidadosos en algunos
temas (Risas). Pero es un país que puede ir a Naciones Unidas, puede ir a cualquier foro,
a cualquier parte y decir lo que incluso muchos buenos y honestos amigos no pueden decir
por una razón o por otra, de trascendencia para sus países, porque dependen, por
ejemplo, de un crédito del Fondo Monetario, o del Banco Mundial, o del Banco regional tal
o más cual, o del Banco de Exportación de Estados Unidos; pero nuestro país no depende
de ninguna de esas instituciones, aprendió a sobrevivir en medio de muy difíciles
condiciones, ha luchado 40 años por esa independencia que pensamos conservar siempre,
haya o no haya bloqueo, porque si un día desapareciera el bloqueo y hasta fueran normales
las relaciones -y ya sabemos cómo son las relaciones normales con Estados Unidos-,
seguiremos viviendo en un mundo donde haga falta la verdad, y no podremos renunciar jamás
al derecho y a la libertad de decir las verdades.
Tenemos muchas relaciones internacionales, ya tenemos relaciones
diplomáticas no se sabe con cuántos países, y cada día suman más; pero las ideas
básicas, fundamentales, esenciales, de la política internacional de Cuba y de la
ideología de nuestra Revolución, las planteamos en todas partes. Y les puedo asegurar
que no hay nada que rinda tanto fruto como esa libertad y esa posibilidad de decir la
verdad. En las más inverosímiles e increíbles condiciones, estamos predicando con la
palabra y con el ejemplo y eso rinde mucho fruto.
No estamos pensando en frutos para nosotros. Vamos a seguir luchando
por nosotros, mucho mucho, y por el máximo de bienestar de nuestro pueblo mucho mucho;
pero tenemos un recurso con lo cual podemos ayudar al mundo mucho mucho: somos un ejemplo
que puede ayudar al mundo mucho mucho; tenemos ideas que pueden ayudar al mundo mucho
mucho, a ese mundo que va a sumar dentro de 50 años 10 000 millones de habitantes y que
necesita sobrevivir, necesita soluciones, que no sobrevivirá sin ejemplo, sin ideas y sin
verdades.
Estos son los elementos de juicio que quería darles. Después me
acordaré si faltó alguno.
(continuación) |