Comenzará un nuevo curso escolar, atípico por completo, en la mayoría de las provincias del país. La situación actual con la COVID-19 nos impone el estricto cumplimiento de las normas de protección.
No olvido que mi nieta 15 días antes de la fecha ya quería planchar su uniforme de secundaria básica y, cuando atenta vio la Mesa Redonda donde intervino la Ministra de Educación e informó que La Habana estaba imposibilitada de comenzar el curso escolar, el rostro cambió por completo.
Es una nueva realidad que nos impone la pandemia y todos debemos ser responsables para contribuir a disminuir los efectos de este enemigo sin rostro que está latente.
Pandemia a parte quiero compartir con los lectores algunas líneas para recordar a una mujer que en vida dejó una huella imborrable en los más pequeños y sus padres.
Generaciones de cubanos crecieron con sus canciones y como ella misma nos dijo, Porque tenemos el corazón feliz, amiguitos vamos todos a cantar/ porque tenemos el corazón feliz/ feliz, feliz, feliz, feliz, feliz...
Después de ocho décadas y 35 meses se marchó silenciosamente, Teresita Fernández, la maestra que cantaba a los niños Dame la mano y danzaremos; / dame la mano y me amarás. / Como una sola flor seremos, / como una flor, y nada más...
Martiana y cristiana de pura cepa con su obra iniciada desde los cuatro años cuando cantó por primera vez en un programa radial de Santa Clara, su ciudad natal, sus canciones constituyeron himnos de amor y cubanía.
Sus letras y música están premiadas del folclor campesino entre las que no faltan musicalizaciones de textos de José Martí o Gabriela Mistral.
Patriota por excelencia siempre se inspiró en la gran madre patria, en la naturaleza, en el amor, Vinagrito es un gatico / que parece de algodón. / Es un gato limpiecito, / relamido y juguetón. / Le gustan las sardinas / y es amigo del ratón, / es un gato muy sociable, / mi gatico de algodón.
Muchos no renunciamos a recordarla bajo las yagrumas del Parque Lenin en La peña de los juglares, donde fue anfitriona y marcó pautas para la cultura cubana las mañanas dominicales, y junto a otros narradores hizo un importante aporte a la narración oral en Cuba. Como tampoco en su andar por la vida siempre con su mocho de tabaco cubano, de la bodega, prendido en su boca y el crucifijo de madera en el medio del pecho.
Hoy cuando los estudiantes vuelvan a vestir sus uniformes escolares, a pesar de la COVID-19, quienes crecieron con sus canciones unirán sus voces para junto al acorde de la trovadora mayor entonar Si te preguntan di / que no has visto mi alma / que todo te lo di /por un poco de nada.







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Andrachi dijo:
1
29 de agosto de 2020
11:41:47
angel dijo:
2
6 de noviembre de 2020
07:51:18
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