ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Cuarentena en la vecindad de Calzada de Buenos Aires, número 103, más conocido por El Capulí Foto: Dunia Álvarez Palacios

El silencio y el escaso tránsito de personas que caracteriza por estos días de aislamiento obligatorio a la vecindad de Calzada de Buenos Aires, número 103, más conocida como El Capulí, es interrumpido a diario por el ir y venir de aquellos que realizan el servicio de mensajería, el personal médico, y algún que otro fotorreportero ávido por conocer más sobre la realidad circundante.

Al pasar por el caserío descubro rostros que se escabullen entre las ventanas, recelosos ante la cámara, prefieren mantenerse ocultos.

Otras personas, sin embargo, parecen adivinar lo que quiero saber y me cuentan del pi al pa sus vivencias, y hablan de las medidas de prevención, y de las estrategias positivas que el Consejo de Defensa de la Zona 0-3 realiza para hacer menos difícil el momento actual.

Detrás de una puerta, asomada a la reja, me detiene la mirada de Dalia, una niña de nueve años que con tiernas palabras roba mi atención. «Yo estuve enferma de coronavirus», me dice esta pequeña con nombre de flor que formó parte de los contactos de una cadena de contagio familiar en su lugar de residencia. Cinco miembros de su familia estuvieron enfermos. 

Su papá, Carlos Ernesto, fue el primero en resultar positivo a la prueba para detectar la COVID-19. Se entristece al narrar lo ocurrido, es evidente que recordar cuando todos en casa fueron diagnosticados con el nuevo SARS-CoV-2 tiene un sabor amargo…

Prefiere hablar sobre la importancia del distanciamiento social, de la higiene, del uso del nasobuco, de la esmerada atención que recibió y que continúa teniendo por parte de los médicos, de la satisfacción que siente al donar su plasma para ayudar a curar a otros enfermos, y de cómo prefiere revivir el instante aquel cuando fueron dados de alta y su enorme regocijo por las vidas ganadas. 

De común acuerdo con los administradores de los establecimientos, los mensajeros realizan la recogida de los productos o insumos a una hora determinada para llevar hasta la zona de cuarentena. Foto: Dunia Álvarez Palacios
Dalía M. Borges Áreas, de nueve años, esta de alta médica luego de pasar días hospitalizada a causa del coronavirus. Foto: Dunia Álvarez Palacios
Carlos Ernesto Borges, padre de Dalia, también fue diagnosticado con la COVID-19, rebasó la enfermedad y fue dado de alta. Foto: Dunia Álvarez Palacios
Desde el aislamiento colectivo, los vecinos todos juntos le ganan la batalla a la COVID-19 Foto: Dunia Álvarez Palacios
Omar Madero Mantilla de 60 años de edad, vecino del lugar, recibe atención médica a diario por una lesión en un dedo de la mano Foto: Dunia Álvarez Palacios
Los vecinos reciben el servicio de mensajería a diario, a través de compañeros que pertenecen a las organizaciones de masa como los CDR y la FMC del territorio Foto: Dunia Álvarez Palacios
Bárbaro Morúa Álvarez pertenece al secretariado de la dirección municipal de los CDR y presta servicio de mensajería en el lugar no para ayudar con la búsqueda de los productos de la canasta básica, sino con otras necesidades Foto: Dunia Álvarez Palacios
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Sheila dijo:

1

18 de mayo de 2020

00:37:38


Me quedé sin saber en qué provincia queda Capulí