El circo hoy en día goza de una buena salud, me lo corrobora María Luisa Méndez Baldrich, profesora de montaje de números de la Escuela Nacional de Circo. Al ver a los jóvenes alumnos en plena faena de entrenamiento puedes percibir que tiene razón. Los artistas circenses cubanos, reconocidos a nivel mundial, con participación en escenarios como el Circo del Sol, hasta frente al Papa Francisco.
Entrega, sacrificio, voluntad y amor son las palabras con que definiría a estos muchachos; apoyados por el claustro de profesores que día a día se esmeran en perfeccionar su técnica para lograr el éxito buscado. El estudio de especialidades como malabares, acrobacia, actuación, —me dicen Carlos Yalián Soto y Víctor Manuel Orna, alumnos de tercer y primer años respectivamente—, con más de 12 horas de entrenamiento, el esfuerzo y la dedicación se pone en primera opción para aprender las nuevas técnicas y tendencias circenses.
A pesar de la carencia de medios la escuela Nacional de Circo sigue adelante, lo hace venciendo las trabas que nos impone el injusto bloqueo imperialista, que obliga a gastar sumas muy superior en la compra de aparatos, medios de seguridad, vestuario, zapatillas y diferentes tipos de implementos adquiriéndolos en países lejanos, cuando se pudieran comprar en lugares más cercanos. Hoy el país invierte en la formación de un estudiante de circo entre 35 000 ó 40 000 dólares.






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Ramón Ángel Reyes Carrillo dijo:
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18 de marzo de 2020
13:45:18
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