Para Lucas no fue una noche más, la intranquilidad era notable y no lograba conciliar el sueño, una pregunta era reiterada: ¿mamá mañana ya me ponen mi pañoleta? Y por más que la respuesta fuera positiva, él no lograba entender que debía esperar el momento. La noche seguía su rumbo a la espera del gran día.
La lluvia fue protagonista de la mañana, padres, niños, flores y maestros se imponían a lo adverso de la naturaleza, ella que sin saber puso esa gota necesaria de nostalgia a una fecha que para cada cubano marca un día diferente. La muerte del Che marcó toda esta Isla y con ello sembró para siempre un paradigma y una fórmula a seguir.
Hoy en toda las escuelas primarias, miles de niños son sumados a la Organización de Pioneros y con el simbolismo de la pañoleta se suman a la historia, sin dudas es el momento esperado por todos y a una voz un coro único estremeció cada rincón de Cuba. ¡Moncadistas siempre Listos!
COMENTAR
Responder comentario