
1. Tempranito
Los Sitios, Centro Habana, 8:42 a.m.
Ella tiene 77 años y está releyendo las biografías de los dos candidatos de su zona, en una valla puesta frente al círculo infantil Nené Traviesa, que funciona esta mañana como colegio electoral.
Se llama María Caridad Mazorra, fue alfabetizadora en Cienaguilla (Manzanillo, Granma), y mira todo el tiempo por encima de la montura de sus espejuelos.
–Estoy aquí leyendo pero, claro, la de mi circunscripción yo fui la que la propuse. Cuando preguntaron yo dije que ella, porque ya lleva tiempo de delegada y es una gente con preocupación: si hay un compañero enfermo, ella se interesa, si uno tiene un problema personal ella también se interesa…
«El problema es que hay cosas que se plantean a los delegados que no está a su alcance resolverlas. Ellos las elevan, y se resuelven. Pero hay personas que se sienten mal cuando le hacen un planteamiento al delegado y el delegado no responde como ellos quieren… El delegado tramita las cosas, y ahí es que se resuelven los problemas, pero ella no es la que determina lo que se va a hacer.
«Yo entiendo que ella se preocupa: cuando hay un ciclón ella visita a los compañeros, a los albergados. Dentro de la cuadra, es una delegada, hasta lo que he visto, buena».
–¿Dónde es que vive usted?
–Ahí en Maloja. Hace cinco años ya.
–¿Y ya votó?
–Voy ahora.
–Pero usted se levantó tempranísimo, porque no son ni las nueve…
–No, yo no duermo, mijo. Yo me levanto a las seis, porque yo hago ejercicios por la mañana, ahí en la placita, de ocho a nueve. Un grupo que tenemos, de adultos mayores, que hacemos aeróbicos. Y bueno, ahí estamos.
«Hoy no tuve, porque hoy es domingo. Pero ya tengo la costumbre de levantarme temprano, y me levanté y entonces vine para acá, a votar».
–¿Y cómo ha visto la cosa?
–Hay muchos vecinos, ¿viste? Parece que la cosa va fluyendo…
«También está que fue el aniversario de Fidel. Y ese, para mí..., Fidel es una gente que todo lo que ha hecho ha sido… lo más grande. Lo hemos sentido mucho, porque de verdad que él ha sido el que nos ha ayudado a salir de todo, de lo que vivíamos antes.
«Y bueno, ahí va la vida. Por él estoy aquí».

2. Ansiosa
Canal del Cerro, 10:18 a.m.
Rachel Gil está ansiosa. Da salticos. Llegó con su mamá hace unos minutos al consultorio médico que sirve como colegio electoral y, ahora, está haciendo la cola. Va a votar por primera vez.
–La verdad es que yo mañana tengo prueba en la escuela, pero ya sabía que tenía que votar y me sentía superbien. De hecho, yo fui la que desperté a mi mamá y la apuré para venir.
–¿De qué es la prueba?
–De Física. Yo estoy en doce. Y este es el control parcial, que debe estar difícil… más o menos…
–¿Qué quieres coger?
–Derecho. Quiero estudiar Derecho. Tengo que aprobar primero y después hacer las pruebas de ingreso…
«Pero, la verdad, estuve esperando todo el tiempo. Ya tengo 17 años, y la última vez que estuve en unas elecciones fue custodiando las urnas, por lo tanto sabía que en las próximas sería mi primera vez y estaba nerviosa por hacerlo».
–¿Y qué se siente estar del lado de acá?
–Ja, ja, ja. La verdad, se siente bien. Se siente bien. En la primera reunión que yo fui ya yo conocía al delegado, pero ahora saber que ya lo puedo elegir yo, que puedo votar por él, hace que me sienta bien.



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