ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En Cuba el libro está fuertemente subsidiado, quizá como en ningún otro país; por tanto, el gasto de la población en ese ámbito es mínimo. Foto: Juvenal Balán

Hace unos días, en mi muro de Facebook, ocurrió un debate sobre las llamadas leyes económicas. Un amigo me sugirió escribir sobre el tema, pero eludí el compromiso: es algo que sobrepasa el espacio disponible para esta columna.

En Facebook nunca faltan debates sobre economía. Esa misma tarde VI que alguien publicó una estadística de las exportaciones latinoamericanas de 1953, en las que Cuba ocupaba el quinto lugar, por encima de países como Colombia y México. Había muchos comentarios señalando lo bien que nos iba en aquellos tiempos.

Yo recordaba una frase del escritor irlandés Bernard Shaw: «la estadística es ciencia que demuestra que, si mi vecino tiene dos carros y yo ninguno, los dos tenemos uno». Ironías aparte, quiero decir que cualquier dato en frío puede resultar engañoso.

Ciertamente, en aquellos años se exportaban altos volúmenes de azúcar, leche y carne, pero en 1956 la Agrupación Católica Universitaria realizó un estudio de las condiciones de vida en el campo cubano, y los datos aún sobrecogen.

Solo el 4 % de los entrevistados mencionaba la carne como parte de su ración habitual; el 3,4 % el pan, y menos del 1 % el pescado. Los huevos eran consumidos por el 2,1 %, y solo tomaba leche el 11,2 %. No es de extrañar entonces que la talla promedio del trabajador agrícola fuera de apenas cinco pies y cuatro pulgadas, mientras se reportaba un 91 % de desnutrición.

Un rato después, y en la misma red social, VI otra tabla estadística; esta de la actualidad. En ella se pretendía establecer una relación entre el pib y los niveles de lectura en diferentes países, pero no lo hacían tomando en cuenta el per cápita de libros físicos adquiridos, sino el gasto en la compra de ellos.

Nuestro país no aparecía, y debajo no faltaban comentarios irónicos: ¿No éramos un país que destaca por la educación y la cultura? Más allá de ser o no grandes lectores, en modo alguno podíamos aparecer, dada la forma en que se presentaba la información. En Cuba el libro está fuertemente subsidiado, quizá como en ningún otro país; por tanto, el gasto es mínimo.

El lector se cuestionará a dónde quiero llegar, pero antes debo relatar algo más. Con los elementos expuestos, y otros que ahora omito, sostuve un ameno debate con un amigo científico; por más señas doctor en Física, el cual me hizo tres arduas preguntas.

Dijo, para los físicos no tendría sentido declararse einsteiniano o newtoniano; pero yo veo que unos economistas se declaran neoliberales y otros keynesianos: ¿No es esto más propio de una ideología que de una ciencia?

Ciertamente –y sé que simplifico bastante– los keynesianos creen en una estimulación de la economía por vía de la demanda, mediante la fuerte presencia del Estado (políticas fiscales que generen empleos); mientras los neoliberales creen en que la economía debe ser estimulada por la vía de la oferta, mediante la competencia entre empresas, con mínima participación del Estado.

Se supone que una ley siempre se cumple, continuó mi amigo. Es constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades y condiciones de las mismas, por citar la definición dada por el Diccionario de la Lengua; pero si los keynesianos proponen un Estado que eventualmente las regule, ¿se trata de leyes, o solo de reglas modificables?

Aunque acudan a diferentes estrategias, keynesianos y neoliberales buscan maximizar producción y ganancias, pero si bien en el socialismo no se excluye el mercado, también es importante la distribución y la planificación centralizadas. ¿Cuán modificables pueden ser en el socialismo estas leyes o reglas?

Obviamente, no voy a responder yo aquí sus preguntas: y no solo por la imposibilidad de hacerlo en tan breve espacio; sino porque, de repente, también me pregunto cómo deberían aplicarse semejantes leyes no ya en el socialismo teórico, sino en un país concreto como Cuba, sometido a un despiadado bloqueo que, con frecuencia obliga a colocar con la mano, y según urgencias, la escasa divisa disponible.

En fin, creo que está faltando un buen debate, del máximo rigor posible, que tenga en cuenta nuestras particulares condiciones económico-sociales. 

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jesus dijo:

1

17 de abril de 2024

15:28:08


Hay muchas cuestiones conceptuales imortantes en lo planteado por el autor. Primero, ¿de qué estamos hablando? Debeos tenr bien claro que enfrentamos un proceso, la transformación comunista. Si se quiere seguir hablando de socialismo, es importante desterrar la visión de una "sociedad de llegada". Ya eso tuvo consecuencis en los procesos reales. Esa transformación cuenta con elementos claros para guiarnos, como "vision del futuro deseado", que no es un modelo predeterminado, es una realidad diferente a construir, guiados por esa visión, que requiere de una accionar readicalmente diferente a todo lo conocido: si se quiere, "leyes" como guías para avanzar con esa orientación, pasos tácticos para establecer y consolidar el "movimiento" deseado (Marx y Engels hablaban de socialismo esencialmente como las concepciones, los enfoques, acerca de esa nueva sociedad como necesidad histórica, que tendria sus expresiones histórico concretas, por eso hablaron identificandolo esencialmene como "cambio, movimiento", pero no cualquier cambio y cuaquier movimiento). El espacio de un comentario no alcanza, hay conceptualizaciones importantes, y solo quisiera recordar una: se trata de una transformacion metabólica, cmo totalidad, para trascender el orden del capital- que no es solo capitalismo-, para trascender toda una etapa de funcionamiento sobre la base de la propiedad privada adversarial....si quereos hablar de leyes en este proceso, tenemos que pensar en los contenidos que deben caracterizarlo..... brevemente, no es suficiente pensar en "modificar" simplemente las leyes y reglas conocidas hasta hoy.....¿de qué hablamos cuando hablamos de Estado??? ¿de qué hablamos cuando hablamos de planificacion???...y para "aterrizar" màs aún, ¿de qué hablamos cuando hablamos de empresas?... Planteémonos debates igorisos desde lo teórico más general...hasta lo más "terrenal cotidiano".... ya Lenin dijo claramente que sin resolver los problemas generales ibamos a seguir siempre dándonos golpes cn los problemas particulares....Marx, engls y Lenin no podían resolverlo todo, mucho menos pensando en una sociedad que no existía para ser estudiada y sacar de esa realidad las leyes...dejaron esencias, que tensmo que enriquecer...una vez más invito a visitar www.nodo50.org/cubasigloXXI/ ...y a seguir los debates necesarios, las soluciones no están en manos de academicos o políticos "ilustrados": tenemos que encontrarlas entre todos los interesado en esa vision como "guìa para la acion"