Es tan impredecible la pelota que puede tributar satisfacción, aun cuando se pierda un partido que, por demás, quiebra las aspiraciones de avanzar en un torneo. Así ocurrió en los albores del domingo, cuando Japón venció a Cuba por 7-6, en lo que fue la mejor demostración de la Mayor de las Antillas en el Premier-12.
«Si pierdo así no me molesto», me dijo Andrés, en el momento que solo faltaban tres outs para el triunfo nipón; Gustavo, otro de los madrugadores, con el pecho erguido, soltó: «hoy sí vi al equipo Cuba».
Que Frank Luis Medina se haya subido al montículo, aún adolorido por un esguince; que Liván Moinelo haya solicitado abrir el choque con estado febril y dolencia estomacal, incluso haber lanzado; o que Yoan Moncada, el de Cienfuegos, el de las Grandes Ligas, pida un bate después del bolazo que lo tenía fuera de juego hace dos días, no solo muestra la actitud, sino también la convicción de pelea.
Cuando los peloteros abordan el terreno con ese espíritu de combate, llevan a Cuba en su uniforme. Por eso la madrugada nos llevó hasta el alba, con la pupila insomne y los párpados llenos de orgullo, pues parecía una misión imposible que terminó en sentimientos encontrados, porque lo posible estuvo rondando sobre el terreno como la lluvia, que no cesó ni un instante.
Tal vez fue esa capacidad de que sí se podía vencer la que exasperó el amanecer beisbolero, porque había que hacer lo grande, justo frente al gigante del torneo; ante un Japón que, con esa cerrada victoria, logró mantenerse como el único equipo que en estos certámenes no ha perdido un juego en la fase de grupos.
Sabemos que la afición es exigente, y eso lejos de flagelar, estimula y motiva al pelotero. Sin embargo, hoy, desde la pupila del graderío, también ponderó a ese equipo que vimos partirse el alma en cada lance, turno al bate o corridos entre bases, al margen de las oportunidades que fallaron con hombres o el error de un extraclase como Arruebarruena, que al final decidió el encuentro contra Japón.
Pero si Cuba no está hoy con posibilidades de clasificación a la siguiente fase no es porque haya perdido con la escuadra japonesa. Justamente, porque no se comportó como lo hizo frente a ella en sus dos primeras salidas es que se queda fuera, a falta de una jornada de la primera etapa.
Realmente, el grupo se pareció más a un equipo ante los nipones, a pesar de todas las carencias que se mostraron en la lid, que pasan por ser un conjunto que le cuesta trabajo batear y, encima, su nómina titular no aporta en velocidad en las almohadillas. Del lado de los lanzadores, solo Yoannis Yera, Andy Vargas y Raidel Martínez salieron con notas altas, el resto se quedó a deber.
El pitcheo tuvo el indicador más bajo de efectividad del grupo b, y en boletos otorgados solo dos equipos, de los 12 participantes, llegaron a 20 o más. Uno de ellos, con esa cantidad, fue el cubano, y el otro Países Bajos. A la ofensiva finalizó segunda en su llave y cuarta entre la docena de concursantes, aunque su mayor deuda fue la de los hombres que dejó en bases.
En 2023, tras el v Clásico Mundial, en el cual el cuarto lugar hizo rebosar de alegría a la afición, no pudimos ganar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe; aún peor quedamos en los Panamericanos, sin medallas; el tercer lugar en la Copa de Caribe el pasado mes fue insuficiente, y el proyecto Premier-12 queda igual.
Lo realmente contradictorio es que suceda con peloteros de gran calidad y de probada maestría deportiva.
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Idael Sanchez Hechavarria dijo:
1
18 de noviembre de 2024
05:53:20
Justa crítica dijo:
2
18 de noviembre de 2024
10:14:54
victor ramos dijo:
3
18 de noviembre de 2024
11:33:21
Ramón dijo:
4
18 de noviembre de 2024
13:41:52
Gilberto Ponce Rios dijo:
5
19 de noviembre de 2024
08:29:09
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