Gusta Camagüey, y también gusta Santiago de Cuba, en un play off en el que cada vez es más difícil definir un favorito, aun cuando los Toros vayan delante por 2-1. Y claro que están sobrados los Leñadores, a los que sí ya les podemos dar una de las etiquetas de favoritos al título, pues es el único que tiene un pie puesto en semifinales, tras su triunfo sobre Ciego de Ávila, a punto de irse de la 62 Serie Nacional.

Aunque Luis A. González se echó arriba a los miuras, con balance de tres indiscutibles, incluyendo un tubey y tres impulsadas en cuatro turnos, párrafo aparte merece el joven de 20 años Fernando Ramos, quien ayer se estrenó en postemporada, cobijado por un bello espectáculo a grada llena en el Cándido González.
Se encaramó en el montículo desde el quinto acto, al rescate de Riquelme Odelín, y preservó la ventaja de su ganado, con actuación que podría firmar cualquier experimentado estelar: en cuatro y un tercio se enfrentó a 18 hombres, dos le llegaron a circulación, uno por jit, y el otro por boleto.
Las dos agramontinas que finalmente fueron las decisivas, las remolcó el propio González, con cañonazo al central. Por las Avispas, de los cuatro cohetes, Yoelquis Guibert –quién si no– se apuntó dos.
En el José Ramón Cepero avileño el pitcheo fue «humillado», pero, a pesar de los 30 inatrapables, 16 de ellos de los tuneros, ninguno llegó a la categoría de extrabase.
Los Leñadores cargaron con sus hachas más letales, las de Yosvani Alarcón, Roberto Baldoquín y Rafael Viñales. Entre ellos pegaron la mitad de los jits de su equipo, anotaron cuatro de las siete que le dieron la victoria, y empujaron cinco de ese total. El receptor, además de pisar tres veces home, ligó igual cantidad de imparables y remolcó dos registros, incluyendo el decisivo en el capítulo 12, para impulsar a su hermano Yordanis.

El zurdo de los Leñadores, Eliander Bravo, cumplió en su rol de abridor, al completar siete capítulos, en los que diseminó la misma cantidad de incogibles, aceptó una limpia, ponchó a dos y boleó a otros tantos. Sin embargo, el mejor relevista tunero, Pablo Alberto Civil, vino para el cierre del octavo y el noveno, pero solo pudo sacar un out.
Fue entonces que apareció Rodolfo Díaz, quien no tenía en su hoja de servicio participación en play off, aunque ayer fue todo un consagrado. En cuatro y un tercio frenó la rebelión rival, al dejarla en dos indiscutibles, con un ponche y ningún boleto, para llevarse el triunfo.
Dos aristas fueron claves en el revés de los Tigres. El buen relevo de Vladimir García se eclipsó cuando pasó del envío 40, pues empezó a actuar fuera de su actual órbita; el otro, a nuestro juicio el más costoso, es que sí, batearon 14 jits, más dos boletos y dos pelotazos, en total 18 efectivos en circulación, pero 13 se quedaron sin llegar al destino home.
NADA DE ADIÓS, SIGUEN DE AZUL Y ROJO
Hoy la pelota despide de los terrenos a dos grandes, al hombre de la sonrisa azul, Alexander Malleta, y al de palillo en su boca, Jonder Martínez. Industrialista uno, matancero por adopción el otro, pues, parafraseando al poeta, llegó por Artemisa.
Malleta compiló 297 de average, en 22 campañas, en las cuales pegó 257 jonrones, el capitalino que más pelota ha botado de los estadios. Jonder ganó 192 juegos, con 1 850 ponches y 897 boletos, en más de 3 000 innings de actuación, durante 26 temporadas. Los dos vistieron, en calidad de titulares, el uniforme del equipo Cuba.
Pero se negaron a decir adiós porque llevan la pelota en sus venas, y los seguiremos viendo, vestidos con el mismo uniforme, con la responsabilidad de entrenadores de sus equipos, en el Latinoamericano y en el Victoria de Girón. Ante estos consagrados, el beisbol se inclina en reverencial homenaje.
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JOSÉ R. CEPERO |
C |
H |
E |
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LTU |
300 010 000 003 |
7 |
16 |
2 |
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CAV |
100 000 030 000 |
4 |
14 |
1 |
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G: R. Díaz (10-4). P: V. García (4-1). |
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CÁNDIDO GONZÁLEZ |
C |
H |
E |
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SCU |
001 000 000 |
1 |
4 |
0 |
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CMG |
002 020 00x |
4 |
9 |
0 |
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G: F. Ramos (6-3). P: D. Betancourt (4-5). |
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