La Habana recuperó su hegemonía en el fútsal cubano, al imponerse a Granma, en el partido de vuelta de la final, por 5-2. La victoria representó, además, su octavo título nacional.
Todo indicaba que era cuestión de tiempo para que los capitalinos levantaran la copa. En el juego de ida, disputado en Jiguaní, se impusieron por 7-5; por lo cual Granma necesitaba de una victoria por tres o más goles en pos de retener la corona.
Los orientales abrieron el marcador al minuto 2, por intermedio de José Morales. Ello dio ritmo al partido, ya que los habaneros empezaron a acechar la portería contraria, mientras los visitantes apostaban por rápidas transiciones.
Los minutos pasaron y La Habana se hacía más fuerte, aupada por su afición. En tres minutos se definió el encuentro, cuando Iduán Martínez (16´y 19´) marcó un par de dianas. La visita intentó revertir el resultado, pero los locales, con sus jugadores suplentes, mantuvieron la intensidad que planteó el entrenador Freddy Herrera. Esa es una de las armas de los hoy monarcas: la profundidad y versatilidad de sus integrantes.
El resto de los goles lo firmaron Miguel Hidalgo (39´), Roberto Ortega (42´) y Yordanis Kindelán (43´). El joven granmense Maikol Girón (47´) acortó distancias desde el punto penal.
«El partido fue difícil. Les dije a los jugadores, antes del encuentro, que Granma tiene mucho potencial y podía ser el primero en anotar. Pero conservamos la calma y trabajamos con las disposiciones tácticas que hemos entrenado», comentó Herrera.
«Somos un grupo de jugadores de calidad. Cualquiera puede salir de la cancha y quien entra rinde al máximo. El objetivo siempre fue recuperar el cetro, y nunca dejamos de prepararnos para cumplirlo», dijo Martínez.
En apenas 48 horas, La Habana obtuvo dos títulos nacionales marcando goles, pues las mujeres del once vencieron, por 3-1, a Santiago de Cuba, en la final de la Liga Nacional, el pasado jueves.
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