República Checa se quedó con la sorpresa del primer día, cuando doblegó a México, y desde entonces no pudo ganar más. Ayer cayó ante Cuba por 7-1, en un partido de poca exigencia para la Mayor de las Antillas, en el cual los ganadores lograron su mayor producción ofensiva del torneo hasta el momento.
Ocho jits repartidos entre siete hombres, solo Iván Prieto y Guillermo García se fueron en blanco, fue el saldo de los maderos cubanos frente al noble pitcheo de los europeos, cuyos lanzadores regalaron nueve boletos.
Tampoco tuvo mucha puntería en sus envíos el abridor y único serpentinero utilizado por el mentor espirituano Eriel Sánchez, pues José Eduardo Santos mandó para primera a seis adversarios: cinco por base y uno por pelotazo. Sin embargo, los checos no pudieron descifrar sus lanzamientos y, sin pasar las 86 millas por horas, se quedaron con la anémica cifra de dos imparables. El primer incogible de los perdedores sobrevino a la altura de la sexta entrada, con un out, con el triple de Marek Chlup, quien tiene dos extrabases en el torneo, pues el otro fue el doble con el que decidió el partido ante México.
Por la selección nacional, Rangel Ramos fue el mejor bateador, al compilar en el choque de 4-2, con una anotada y otra impulsada. El torpedero de Mayabeque es el de mayor average de su equipo, con 385, en el puesto 21 de los mejores bateadores del certamen, producto de cinco inatrapables en 13 veces al bate. Con 400, pero con menos turnos, cinco, aparece Miguel Antonio González.
Al cierre de esta edición Taipéi de China venció por 5-0 a República Dominicana, por lo que para Cuba el partido de hoy, a la 1:30 p.m. frente a los de Quisqueya, es decisivo, en aras de pasar a la segunda fase. Lo único que le asegura, de manera directa, el pase es un triunfo, pues un revés crearía un triple empate entre Taipéi de China, la Mayor de las Antillas y los rivales de hoy. Entonces habría que ir a la compleja fórmula de desempate de TQB (Team Quality Balance, o en español, balance de calidad del equipo).
Recordemos que la complicada ecuación se describe así: la suma de carreras anotadas, dividida por la cantidad de entradas ofensivas, menos la cantidad de carreras permitidas, dividida por la cantidad de entradas defensivas en los juegos entre los tres equipos involucrados en el empate
No vamos a sacar las cuentas, vayamos directo a su resultado, el cual deja el siguiente escenario: Taipéi de China no tiene problemas, porque perdió con Cuba por ajustado 1-2 y les ganó a los dominicanos por un cómodo 5-0. Eso quiere decir que, si los peloteros cubanos cedieran ante República Dominicana, podrían aún hacerse del boleto a la siguiente etapa, siempre y cuando la derrota sea por una diferencia menor o igual que cuatro, o lo que es lo mismo si los adversarios de los jugadores del archipiélago pretenden seguir en la justa están obligados a ganar por un margen de cinco anotaciones.
Pero Eriel Sánchez, hombre fogoso como jugador y también en funciones de director, tiene un solo cálculo: ganar, aun cuando tenga la posibilidad de ese margen de carreras, en caso de caer. Por eso, el partido para Cuba es decisivo, pues vale seis lugares y pasar a la Súper Ronda, a la cual, si los cubanos llegaran, sea una u otra la vía, lo harían con una victoria y un fracaso, mientras los de Taipéi pasarían con 0-2. Si los dominicamos son los agraciados, entonces llegarían con 0-2 y los de Taipéi con 1-1. En el B, todos los equipos, arribarán con saldo de 1-1 Así que se avizora una segunda fase electrizante.
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Humberto dijo:
1
28 de septiembre de 2021
16:13:16
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