Para Matanzas es como si hoy fuera el clásico todo o nada, aun cuando al play off semifinal, que va perdiendo ante Las Tunas por 2-0, le resten, con el de este miércoles, cinco partidos. ¿Por qué? Pues si cayera por tercera vez, no hay precedentes en la pelota cubana de un descuento en cotejos de este tipo frente a un 0-3 y, además, las probabilidades de que ocurra teniendo de rival a los Leñadores se reducen casi a cero.
Pudieran hacerse infinidad de análisis en torno a las posibilidades de éxito en este crucial choque, pero les dejamos algunas estadísticas que pudieran explicar la razón por la que los Cocodrilos están tan comprometidos. No es difícil apreciar cuál es la causa del problema. Ambos conjuntos jugaron muy parecido en la etapa de 75 juegos, incluso, pese a la incómoda situación del campeón ahora, en los dos encuentros de semifinales sus indicadores también son similares. Solo uno, marcado con números rojos, hace la diferencia: la defensa de los matanceros, en esta etapa, dista mucho del 977 que encabezó la lid, tanto que ha caído por debajo de los 900 hasta un precario 895.
Como único la corona que defienden los yumurinos pudiera empezar a no tambalearse, es mejorando ese importantísimo parámetro, y que Renner Rivero suba hoy al montículo su mejor versión.

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