Competir en juegos olímpicos y ganar una medalla es un anhelo de todo deportista. Son años de preparación para muchos, como es el caso de los gimnastas, cuya entrega acontece desde edades muy tempranas, en las que llegan por primera vez a un tapiz para iniciar su andar en el mundo del deporte.
Desde ese encuentro con tan apasionante universo, hasta el momento en que tal vez escuchen el himno nacional de su país en una ceremonia de premiación, se viven innumerables horas de desvelos, entrenamientos, restricciones a una serie de actividades propias de la juventud, por tal de alcanzar la gloria olímpica.
Condiciones excepcionales rodean los próximos Juegos de Tokio, pactados inicialmente para este año. Una pandemia que resultó desconocida para la comunidad de especialistas de la salud en el planeta, cambió los planes de cientos de países que, a partir de 1896, dejan a un lado guerras y rencillas para dedicarle atención a la cita bajo los cinco aros.
Los Juegos de Tokio, los primeros aplazados en la historia de estos eventos, fueron pospuestos para el verano de 2021, precisamente del 23 de julio al 8 de agosto. Asistir a ellos, requerirá de nuevos sacrificios, de muchas más horas de preparación para quienes hoy se mantienen inactivos en casa evitando la COVID-19, en tanto no pocos ya no podrán competir el año venidero.
Entre quienes apuestan por renovar los esfuerzos para estar en la capital japonesa, están los cubanos clasificados, prestos a volver a los entrenamientos cuando las condiciones lo permitan.
Si un aspecto ha distinguido a nuestros deportistas, ha sido la disciplina con la que han asumido el distanciamiento físico que requiere la actual situación del país. Cada uno, según las condiciones que le proporciona su hogar, se mantiene realizando ejercicios para, de alguna manera, conservar la forma física.
Una vez que se reanude la actividad, Cuba continuará la labor por tal de aumentar la cantidad de deportistas clasificados para la venidera cita, cifra ahora fijada en 41, pensando en la posibilidad de sobrepasar los cien jóvenes con boletos para Tokio.
Yaimé Pérez y Denia Caballero (atletismo)

Las discóbolas son de los atletas con mayores posibilidades de alcanzar una medalla en los Juegos Olímpicos de Tokio. Ambas obtuvieron el boleto para la cita estival en el Mundial de Atletismo, celebrado en Doha, Catar, en octubre de 2019. Pérez se coronó con un lanzamiento de 69,17 metros, mientras Caballero ganó la plata, con 68,44.
Las cubanas se mantuvieron en la cima del ranking mundial de la modalidad durante todo 2019 y, junto a la croata Sandra Perkovic, aparecen como fuertes candidatas a repartirse las preseas en Tokio.
La marca personal de la campeona de Doha es de 69,39 metros, conseguidos en el mitin atlético de Soteville, Francia, el año pasado. Por su parte, Denia, titular del orbe en 2015, atesora 70,65 metros, logrados en Bilbao, España, en dicha temporada.

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