Sin tener mucho el balón, pero siendo letales con él durante las escasas oportunidades que tuvieron, Eslovaquia asestó una contundente derrota a Rusia por 2-1 este miércoles, y alcanzó sus primeras tres unidades en un grupo B que se vuelve muy interesante.
De alto riesgo estaba calificado el encuentro entre las dos selecciones, a raíz de los incidentes provocados por los aficionados rusos el pasado sábado, en el choque contra Inglaterra. De repetirse los sucesos violentos, Rusia se marcharía a casa siendo expulsada del torneo por la propia UEFA. Pero, al menos, dentro del estadio de Lille se vivió una auténtica fiesta y el fútbol fue el indiscutido protagonista.
Eslovaquia, necesitada de la victoria, se apoyó en el talento de su estrella Marek Hamsik, autor de una espléndida asistencia y un soberbio gol, suficientes para hundir a una Rusia que se complica la vida para clasificar hacia octavos de final.
El choque empezó falto de ritmo en sus primeros minutos, sin un claro dominador de la pelota. De a poco los rusos se fueron acomodando en la cancha, pero no lograban generar verdadero peligro, salvo un remate de Hedor Smolov que se fue besando el palo derecho del arquero eslovaco.
La ineficacia rusa en ataque fue contrarrestada con la efectividad de Eslovaquia al minuto 32, momento en que Hamsik, —muy fino en casi todos sus pases— mandó un centro medido desde 30 metros a los pies de Vladimir Weiss, quien recortó en el área a los dos marcadores centrales y fusiló al arquero Igor Akinfeev.
Rusia, sin ideas para tratar la pelota vio como le marcaron el segundo tanto al cierre de la primera parte. Hamsik, sin ángulo, escorado dentro del área, se abrió el espacio entre par de defensas y encontró el hueco para mandar un autentico zapatazo que decretó el 2-0.
En la reanudación Rusia metió dos cambios y modificó su esquema inicial de 4-2-3-1 por un ofensivo 4-4-2. La nueva táctica se tradujo en un mayor número de oportunidades de disparo; pero el balón lo tenían sin imprimirle mucha velocidad a sus pases. Eslovaquia, con el marcador a su favor, pareció sentirse muy cómoda con esa situación y optó por el contragolpe.
El esfuerzo ruso fue premiado al minuto 80, cuando Denis Glushakov cabeceó un centro de Oleg Shatov para el 2-1. El tanto dio cierto aire y esperanza a los rusos de protagonizar otro espectacular empate, pero la defensa eslovaca, sólida en su labor durante el choque, sumado a la mala puntería de sus rivales hizo que el marcador no se modificara más.
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