Una Copa con más sombras que luces

Bueno, poco a poco se nos va acabando la Copa América, y aunque el título se lo disputarán las cuatro selecciones que mejor rendimiento han tenido, lamentablemente puede que esta edición del torneo no pase a la historia por la calidad de su juego.

Porque hasta ahora el buen fútbol se ha visto bien poco, y todavía se aguarda un partido memorable, después de que Argentina eliminara a una Colombia, que terminó siendo la gran decepción del certamen al mostrarse en las antípodas del fútbol alegre con que brilló en el Mundial pasado, y Paraguay volviese a dejar en evidencia la crisis de identidad que padece desde hace tiempo la selección brasileña.

Mientras, los escándalos extradeportivos y las polémicas arbitrales continúan cobrando el mayor protagonismo de la Copa. A tal punto que antes de medirse este lunes a Perú por el pase a la final, Chile seguía siendo tema predominante de conversación, más por el obsceno gesto con que Gonzalo Jara provocó la expulsión de Edinson Cavani en el partido de cuartos ante Uruguay, que por ser el equipo más goleador del torneo (con 11 tantos en cuatro encuentros) y estar cada vez más cerca de conquistar un título inédito.

De hecho, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), ha terminado echándole más leña al fuego, al sancionar con tres partidos al defensor chileno, cuando la Aso­ciación Uruguaya, aludiendo al artículo 10, apartado C del reglamento, había solicitado “una suspensión de al menos cinco partidos por una agresión o menosprecio grave” para resolver un caso que tenía como antecedente la rigurosa sanción al delantero charrúa Luis Suárez en el Mundial de Brasil.

En fin, que la dirigencia del fútbol sudamericano, que apenas y se ha dejado ver en los estadios hasta el momento, no sale de una para entrar en otra, salpicada como está por el escándalo conocido como el “FIFAGate”.

De ahí que solo queda aguardar que el fútbol y los buenos jugadores vuelvan a hacerse protagonistas en el epílogo de una lid, convertida en triste antesala de la Copa América del Centenario del año próximo, que todavía no se sabe si fue ideada para homenajear los 100 años de existencia del torneo o por el mero afán de un puñado de burócratas de llenarse los bolsillos. Espe­remos.