ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Romel Quiñónez detuvo un penal y fue un muro en la custodia del arco boliviano. Foto: AFP

Si las primeras jornadas de la Copa América 2015 nos dejaron un fútbol soso y escaso de goles, este lunes se desataron las artillerías de los onces involucrados, y justamente esa fue la cifra de dianas patentada por Bolivia, Ecuador, México y Chile, miembros del candente grupo A.

El duelo de anfitriones y el ‘Tri’ fue un verdadero cachumbambé, un in­tercambio permanente de golpes que culminó en igualada (3-3), resultado justo teniendo en cuenta el despliegue de ambos planteles. De inicio, las tribunas del Estadio Nacional enmudecieron en varios trances, pues los aztecas llevaban la voz cantante amparados en las sucesivas perforaciones de Matías Vuoso (minuto 21) y Raúl Ji­mé­nez (29).

Pero siempre la fe marcaba al ‘Rey’. Y Arturo Vidal no defraudó. Nueva­mente el crack de la Juventus italiana vistió la casaca de mago y se inventó el empate inicial con un testarazo dibujado e inalcanzable para el meta José Corona. Eduardo Vargas lo imitó, calco que decretó un segundo abrazo.

Eso, antes de que el propio Vidal pusiera a soñar a sus parciales con una internada fulminante al área, solo de­tenida con la falta de Gerardo Flo­res. El penal lo anidó segundos más tarde, para encabezar por el momento a los artilleros de la Copa con tres dianas.

Al otro lado México honró el cartel de guerreros que siempre cuelga so­bre sus hombros. Sin bajar la guardia y con un bloque ofensivo eficaz logró poner las tablas definitivas en el marcador, con otra buena demostración de Adrián Aldrete, quien sirvió con pase por encima de toda la defensa a Vuoso, nombrado el mejor del partido tras capitalizar su segundo tanto.

Si México se despertó tras su debut en un partido de zombies contra Bo­livia, estos últimos también aceleraron sus revoluciones, y con un guion diferente derrotaron 3-2 a Ecua­dor en otra sorpresa del torneo.

Desde el mismo arranque el once boliviano se plantó con los dientes afilados y en solo cinco minutos ya tenía ventaja por letal cabezazo de Ronald Raldes, rodeado de varios contrarios amarillos, pero al mismo tiempo con una sensación de soledad que le permitió ejecutar con tranquilidad y sin sobresaltos.

Las adversidades no terminaron ahí para los pupilos de Gustavo Quin­teros, en la lona por un zapatazo ma­gistral de Martin Smed­berg-Dalence, el sueco, como le llaman, quien soltó un obús desde 25 me­­tros in­detenible para el arquero Domín­guez.

Fue entonces cuando las cábalas se apoderaron del parque Elías Fi­gueroa Brander, en Valparaíso: primero el ecuatoriano Enner Valencia falló un penal, muy bien detenido por Ro­mel Quiñónez, y justo a continuación el zaguero Frickson Erazo soltó una patada voladora en su área que propició pena máxima favorable a Bolivia y sentenciada por Marcelo Martins.

Con el lapidario 0-3 al filo del descanso la suerte prácticamente estaba echada. Los ingentes esfuerzos del propio Valencia y Miller Bolaños solo alcanzaron para recortar diferencias, del resto se encargó Quiñónez, imponente con varias atajadas cruciales.

Así los bolivianos quebraron una racha de 18 años sin victorias en la Co­pa América, y lograron su primera sonrisa contra Ecuador desde 1949.

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Sosat dijo:

1

16 de junio de 2015

16:14:10


Martin Smed­berg-Dalence es sueco, por eso le dicen así. También tiene la nacionalidad boliviana, por supuesto. Por cierto, hay varios jugadores nacionalizados para jugar con otra selección. Los casos más notorios son los de Matías Vuoso, argentino nacionalizado mexicano. Néstor Ortigoza, argentino nacionalizado paraguayo. Lucas Barrios, argentino nacionalizado paraguayo. Pablo Escobar, paraguayo nacionalizado boliviano. Damián Lizio, argentino nacionalizado boliviano. Miiko Albornoz, sueco y defiende a Chile. En menor medida: Fernando Muslera, nació en Buenos Aires. Gonzalo Higuaín nació en Francia. Jorge Valdivia nació en Venezuela. Matías Fernández nació en Argentina.