Tiene 19 años, fue sexta en el concurso individual de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, y desde entonces anda ensartando touchés con su florete en cualquier categoría, al punto de que ella, Daylén Cristina Moreno, junto a Elisa Tamayo fueron las dos únicas cubanas en acceder al cuadro de 128 del Grand Prix Villa de La Habana.
Natural de Holguín, zurda y de 1.68 metros de estatura y 65 kg de peso, Daylen Cristina, al igual que su coequipera Tamayo, sorteó su poule eliminatorio en Pabexpo con idéntico balance de tres asaltos ganados y otros tantos perdidos, entre 129 atletas de más de 20 países, muchas ubicadas entre las mejores del ranking mundial. Sobre ella acotó su mentor David Durán:
“Daylen posee una defensa muy sólida, trabajada desde pequeña y la acompaña de un ataque continuado bastante efectivo. Recientemente alcanzó bronce en el panamericano juvenil de Toronto y se ganó el derecho a representarnos en el Mundial de Tashkent, Uzbekistán, del 1ro al 9 de abril”, explicó.
En la cita continental canadiense Daylén culminó invicta con seis sonrisas en su poule, además de 29 estocadas propinadas y 12 permitidas. Luego dejó en el camino 15-4 a la brasileña Ana Toldo, por el bronce desbancó 15-13 a la estadounidense Danielle Ferdon, y en busca de la final cedió 5-15 ante la también auriverde Gabriela Cecchini. Sobre su corta aunque promisoria carrera deportiva manifestó:
“Practiqué gimnasia en mis inicios, pero mi mamá no quiso que entrara a la EIDE con ocho años. Buena parte de la flexibilidad en mis desplazamientos se la agradezco a aquella disciplina. En quinto grado probé con la esgrima y me captaron. En mi primera Liga Estudiantil finalicé en el lugar 22, pero al año siguiente me coroné.
“Llegué al equipo nacional después de Londres 2012, con un sólido trabajo de riposta, por eso prefiero provocar a mis rivales e iniciar defendiendo para contraatacar luego. Poco a poco he ido elevando mi nivel en acciones ofensivas, aunque debo controlarme y ganar en concentración. El ser impulsiva atenta y en ocasiones salgo a forzar y quedo vulnerable. Otra ligera ventaja es mi condición de zurda, desde la postura resulta más incómoda para los adversarios, incluso, cuando me enfrento a una de mi misma mano lo noto también.”
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Ramon dijo:
1
13 de marzo de 2015
19:51:28
nestor dijo:
2
15 de marzo de 2015
20:38:45
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