Se le ha considerado el especialista cubano de mejor “estampa” en pruebas combinadas desde su aparición en el 2005 en la mítica ciudad marroquí de Marrakech, sentando cátedra al conquistar el cetro universal y también una cifra récord para el octatlón de cadetes (menores de 18).
Prosiguió encumbrándose al conquistar en Beijing 2006 el subliderato mundial juvenil del decatlón y se codeó en Osaka 2007 con los monstruos de la división mayor. ¡Octavo lugar!, mérito de por vida como primer decatleta cubano finalista en Juegos Olímpicos o Mundiales.
Sin embargo, el pinareño Yordani García, de 1,88 metros de estatura, estaba frenado desde el 2009, año cuando llegó a sus topes de 8 496 puntos, en La Habana, y 8 387 fuera de casa. Después solo rondaba los 8 300 en lides domésticas, mientras en el exterior rara vez alcanzaba 8 200.
A base de técnica y constancia, desde la temporada olímpica del 2008, el holguinero-santiaguero Leonel Suárez —de solo 1.80 m—, le tomó la delantera en puntos y en honores para la eternidad, con sus medallas olímpicas en Beijing y Londres 2012 y los Mundiales Berlín 2009 y Daegu 2011. Ahora afronta problemas de salud.
La nota alentadora es que durante el último sábado y domingo Yordani sumó 8 299 puntos para el cuarto lugar en Gotzis, Austria, su mejor total fuera de Cuba desde el 2010, muy cercano al 8 337 de febrero pasado en el estadio panamericano de esta capital.
En medio de las numerosas penumbras del atletismo cubano por estos tiempos resulta gratificante el regreso por sus fueros de este atleta, que ojalá continúe la empinada.
ESPACIO PARA LOS JUVENILES
Resultaron sorprendentemente agradables los tiempos de nuestros relevos varoniles en Bahamas, en el estrenado Mundial de la especialidad.
Por figuración descolló el quinto lugar del 4x400 junto a un registro de 3:00.61 motivador por la sangre joven presente en sus filas, sobre todo el tunero de 20 años Yoandys Lescay en el papel de potente cerrador.
Desde 1999 Cuba no bajaba de 3:01 hasta que llegaron las temporadas del 2011 (2:59.43) y 2012 (3:00.43 y 3:00.55), cuando mucho incidió en dos de ellos el aporte de Omar Cisneros, importante ausencia en esta ocasión.
El 4x100 impactó más por el 38.44 en series (38.60 en final B, segundo), crono totalmente inédito en los 14 años del actual siglo y milenio. Mejor todavía por tener a dos juveniles netos en filas, Reynier Mena y Yaniel Carrero.
Lo óptimo sería acoplarlos con otros dos sub19 años para el Mundial Juvenil de julio próximo y fortalecer el entusiasmo por los relevos y la velocidad, pero debido a carencias económicas resultan más productivos atletas individuales que también se lo han ganado.
Entre los escogidos, por ejemplo, estará Sahily Diago, la nueva sensación cubana de los 800 m, capaz de batir un récord de la Quirot con 1:57.74, cima absoluta del año aún cuando ya las estelares han competido en la Liga de Diamante, donde la cubana está insertada.
Ocurrió el mismo fin de semana del Mundial, cuando —vaya coincidencia— situamos aquí en La Habana el Memorial Barrientos, y para dar una idea del valor de este crono acudimos a las tablas de la IAAF, que le otorgan 1 194 puntos, solo superado entre cubanos esos días por el 38.44 del 4x100 casi juvenil (1 197).
Cierto, los jóvenes en vanguardia. Hay que darles espacio.
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Carlos M dijo:
1
10 de junio de 2014
14:31:44
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