En el complejo entramado social, la protección de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad es una prioridad para la Revolución. Con este principio rector, nació la Defensoría, una institución del Ministerio de Justicia (Minjus) que se ha erigido como un pilar fundamental en la garantía de los derechos de las personas en condición de vulnerabilidad sociojurídica.
Su creación, resultado de la voluntad política y el proceso de actualización de nuestro ordenamiento legal, responde al mandato constitucional de construir una sociedad cada vez más justa y equitativa.
¿QUÉ ES LA DEFENSORÍA Y POR QUÉ SURGE?
La Defensoría es el resultado de múltiples situaciones sociales que han tenido un impacto en el orden jurídico cubano. La necesidad de una institución con un enfoque integral para el tratamiento de las personas en situación de vulnerabilidad sociojurídica constituye la razón fundamental de su surgimiento.
Esta institución se materializó gracias al proceso de reforma legislativa y a la voluntad política de los órganos decisores, creando una estructura especializada dentro del Minjus.
Sus bases legales se encuentran en la Constitución de la República de 2019, el Código de Proceso y el Código de las Familias. Fue implementada a partir del Acuerdo 9571 del 11 de mayo de 2023, y se rige por la Resolución 496/2023 del Ministro de Justicia, publicada en la Gaceta Oficial el 11 de octubre de ese mismo año. Su constitución oficial tuvo lugar el 16 de junio de 2023 en la sede del Ministerio de Justicia.
¿QUIÉNES PUEDEN SER ATENDIDOS POR LA DEFENSORÍA?
La Defensoría ofrece sus servicios a las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad sociojurídica, es decir, cuando un individuo, debido a circunstancias físicas, sicológicas o sociales enfrenta obstáculos que le impiden defender o desarrollar sus derechos en igualdad de condiciones.
¿CÓMO SOLICITAR LA INTERVENCIÓN DE LA DEFENSORÍA?
La intervención de la Defensoría es solicitada por la persona en situación de vulnerabilidad sociojurídica que requiera de este servicio y por terceros interesados. Las anteriores instituciones y sujetos pueden instar la designación de un defensor ante los Departamentos de Defensoría ubicados en las Direcciones Provinciales de Justicia y, en el caso de la Isla de la Juventud, en la Dirección Municipal de Justicia; instruyendo a quien resulte designado o elegido de las funciones que le corresponde asumir y poniendo a su disposición todas las actuaciones o las pruebas de las que intenta valerse la persona cuyos derechos defiende
LA DEFENSORÍA HA VALIDADO CON CRECES SU EXISTENCIA
Desde su puesta en funcionamiento y hasta septiembre de 2025, la Defensoría ha demostrado su utilidad de manera concreta. En este periodo, se han atendido 2 265 asuntos.
De esta cifra, 1 847 casos fueron competencia de la institución, lográndose resolver 1 669, lo que equivale a un notable 90,36 % de efectividad, mientras que 178 casos (9,64 %) permanecen en trámite.
La distribución de los casos competentes de la Defensoría evidencia su enfoque a los sectores más sensibles:
- Por materia: Familiar (868 casos), Civil (838), Trabajo y Seguridad Social (118) y Administrativo (23).
 
- Por sector vulnerable: Personas Adultas Mayores (704 casos), Niñas, Niños y Adolescentes (679), Personas en Situación de Discapacidad (236), Víctimas de Violencia o Discriminación (225) y Persona Judicialmente Ausente (3).
 
Para la solución de estos asuntos, se han designado defensores en 825 ocasiones, profesionales del derecho que brindan este servicio.
ESTRUCTURA Y FORTALECIMIENTO TERRITORIAL
Un pilar fundamental de la institución son sus defensores, que ya suman 634 propuestos en todo el archipiélago. Estos profesionales están especializados en diversas materias como Civil con 432 defensores; Familia con 408; Trabajo y Seguridad Social con 251; Mercantil con 205 defensores y Administrativo 206. Por otra parte, según la especialidad: de Niñas, Niños y Adolescentes, 479 defensores, de Personas en Situación de Discapacidad 479, de Personas Adultas Mayores 450 defensores, y de Víctimas de Violencia y Discriminación 423 defensores; en el caso de Personas Judicialmente Ausentes se cuenta con 373.
COMUNICACIÓN, CAPACITACIÓN Y CONTROL: PILARES DEL FUNCIONAMIENTO
La Defensoría ha desplegado una intensa labor para darse a conocer y perfeccionar su labor. Se han realizado 105 acciones de comunicación, incluyendo apariciones en programas televisivos como Ruta 10 y Hacemos Cuba, y radiales como Haciendo Radio. Además, en colaboración con la Unicef y Naturaleza Secreta, se culmina una Estrategia Comunicacional que incluye spots e infografías para explicar a la población qué es la Defensoría y cómo acceder a sus servicios.
La capacitación es otra prioridad. Desde 2023, se han ejecutado 111 acciones de capacitación dirigidas a profesionales del sector jurídico, estudiantes de Derecho y actores claves en la detección de vulneraciones de derechos. Junto a la Unicef, se han desarrollado cuatro entrenamientos nacionales especializados para el personal de la Defensoría.
ARTICULACIÓN INSTITUCIONAL: UNA RED DE PROTECCIÓN
La efectividad de la Defensoría se potencia y desarrolla por la articulación y coordinación de su trabajo con la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo Popular, los ministerios del Interior, Trabajo y Seguridad Social y Educación.
Otras alianzas estratégicas incluyen a la Federación de Mujeres Cubanas, para el acompañamiento a mujeres víctimas de violencia y el cumplimiento del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, y al Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), para la protección de personas vulnerables en materia de derechos sexuales y reproductivos.
Su modelo de actuación es flexible porque tiene el deber de adecuarse a las diversas y complejas situaciones que pueden ocurrir. La Defensoría, insistimos, actúa a solicitud de las personas o de las instituciones, y en su actuación prevalece el humanismo, la sensibilidad y la protección de los derechos de las personas y las instituciones del país. También exige el cumplimiento de los deberes familiares de padres, abuelos y otros parientes, lo que favorece el desarrollo de dinámicas familiares saludables y coherentes con lo estipulado en el Código de las Familias.
La Defensoría, por tanto, no es una institución aislada, sino parte de una red de protección interinstitucional que trabaja de forma cohesionada. Su labor, ya cuantificable en miles de casos atendidos y resueltos, es un fiel reflejo del compromiso del Estado cubano con la justicia social y la dignidad plena del ser humano.


                        
                        
                        
                    





    
    










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