Porque la hermana nación de Venezuela no está sola y porque su resistencia simboliza la historia de todos los pueblos que creen en la soberanía, más de 50 000 habaneros, en representación de todos los cubanos, se reunieron hoy frente a la estatua del libertador Simón Bolívar en tribuna solidaria con ese país.
Encabezado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Pedro Infante Aparicio, vicepresidente de la organización del Partido Socialista Unido y de la Asamblea Nacional de Venezuela, señaló la despreciable política de persecución y estigmatización, liderada por el gobierno de los Estados Unidos contra los ciudadanos de América Latina.
«Desde esta tribuna nos sumamos al llamado que ha hecho el Presidente Nicolás Maduro para que cesen las xenofóbicas intenciones de comparar la dignidad venezolana con grupos criminales», y exigimos el fin de la política terrorista contra nuestro pueblo, manifestó.
En ese sentido, el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del PCC, Roberto Morales Ojeda, expresó que Cuba y Venezuela son una sola alma, «y un alma no se divide, no se vende, no se rinde, porque lo que hoy está en disputa allí es la lucha por la dignidad latinoamericana».
Además, agregó, el imperialismo no podrá vencer el honor ni la moral de los pueblos.
Por otra parrte, en el acto, Díaz-Canel entregó a Infante Aparicio un cuadro y copia del Libro de Firmas en apoyo a la Revolución Bolivariana, encabezado por la rúbrica del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución cubana.
Por eso, agregó, Cuba y Venezuela seguirán promoviendo la unidad de integración latinoamericana y caribeña.
Ante el panorama de agresión militar e imposición de un cambio de régimen, la Mayor de las Antillas levanta la bandera de la esperanza, de un mundo libre de hegemonía y continúa abrazando a Venezuela, con el mismo espíritu legado por Martí, Fidel y el Comandante Chávez.
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