ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Yanelkys Llera Céspedes

En un mundo donde los mapas definen los límites, existen personas cuyo corazón es un terreno fértil que los ignora. Yulia del Valle Tamayo es una de ellas.

Su vida es un testimonio vivo de que la solidaridad es el cultivo más noble. Desde su trabajo en la Dirección General de Salud en Granma, Yulia no solo vigila enfermedades; custodia el juramento de cuidar vidas, una misión que, años atrás, la llevó a convertirse en una guardiana de la salud en tierras venezolanas.

Su misión en 2013, bajo el cielo que también cobijaba al Comandante Chávez, fue para ella como plantar semillas en un suelo familiar.

«Ser partícipe de la misión de Barrio Adentro fue una experiencia inolvidable. Trabajamos en comunidades bastante pobres, donde se agradecía mucho el trabajo de los médicos cubanos y que el personal de salud de allá, normalmente no los brindan», recuerda Yulia.

«El pueblo venezolano es como casi un pueblo cubano», afirma, describiendo una fraternidad que brota de raíces comunes.

En las comunidades más humildes, donde la atención médica era un bien escaso, el trabajo de los médicos cubanos no fue una simple consulta, sino un acto de amor profundo.

«Allá, muchos decían que los médicos cubanos tocan al paciente», explica. Y en esa simple palabra, tocar, Yulia condensa toda una filosofía. No era el diagnóstico frío de un extraño, sino el cuidado de quien cultiva una planta delicada.

Cada cura, cada palabra de aliento, era un grano de arena, una semilla de esperanza que, aunque pequeña, era recibida como un árbol inmenso por quienes vivían en la aridez del abandono, una realidad que Chávez luchó por revertir.

«El médico cubano va allá, a lo más profundo, a atenderlos (…) Uno camina, va de la mano con ellos».

 Así, Yulia y sus compañeros no fueron simples visitantes; fueron médicos del alma que con sus manos de jardinero ayudaron a sembrar dignidad.

HUERTO COMPARTIDO

Al preguntarle sobre las actuales amenazas a la soberanía venezolana, el amor de  Yulia por Venezuela reverdece. Para ella, no se trata de política, sino de proteger un huerto que juntos cultivamos.

«Esta amenaza es algo que afecta mucho a la soberanía y a lo que se ha logrado en el pueblo venezolano», advierte con tono sereno pero firme.
Yulia visualiza los logros de la cooperación como un frondoso jardín que ahora enfrenta una tormenta. «Ellos han ayudado y apoyado la pueblo cubano y nosotros debemos apoyarlos a ellos».

Su mensaje nos recuerda que  cuando una tempestad amenaza el campo del vecino, no se puede ser espectador. Hay que ayudar a sostener las ramas, a reforzar los diques.

«El pueblo cubano debe estar junto con ellos porque, de la misma manera, ellos nos apoyaron incondicionalmente. Somos un pueblo amigo, hermano. Y nos debemos de llevar de la mano».

Esta es la ley del campo: se cosecha lo que se siembra, y la solidaridad es el cultivo recíproco que garantiza la cosecha futura.

Foto: Yanelkys Llera Céspedes

APOYO INCONDICIONAL

En la histórica Plaza de la Revolución, se desarrolló un acto político masivo en respaldo a la República Bolivariana de Venezuela, reafirmando la condena del gobierno cubano a posibles agresiones militares estadounidenses contra ese país.

Más de 200 mil colaboradores cubanos han prestado servicios internacionalistas en Venezuela en sectores como educación, deporte y salud, reflejando una amistad nacida de la Alianza Bolivariana para las Américas y cimentada por la conexión entre Fidel Castro y Hugo Chávez.

Eddie Galán Jiménez, miembro del buró provincial del Partido, denunció la acumulación militar estadounidense en el Mar Caribe, las agresiones directas a embarcaciones civiles y la campaña de guerra psicológica para justificar la intervención, subrayando que la verdadera intención es apoderarse de los recursos petroleros venezolanos.

«Una agresión militar directa contra Venezuela tendría consecuencias incalculables para la paz, la estabilidad y la seguridad de nuestra América.

«No puede permitirse que un gobierno recurra a la amenaza o al uso de la fuerza en violación de los propósitos y principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Es urgente distinguir la verdad de la mentira», subrayó.

Galán Jiménez llamó a la movilización internacional para evitar el conflicto, destacando que Granma se suma con la recogida de firmas en centros de trabajo y comunidades para mostrar su apoyo firme y unánime a Venezuela.

Presidieron el acto Yudelkis Ortiz Barceló primera secretaria del Partido en Granma, Yanetzy Terry Gutiérrez, gobernadora, dirigentes locales y representantes de la Central de Trabajadores de Cuba, la Unión de Jóvenes Comunistas, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la Asociación de Combatientes.

Foto: Yanelkys Llera Céspedes

SANTIAGUEROS TAMBIÉN PATENTIZAN SU APOYO A VENEZUELA

SANTIAGO DE CUBA-. Tras la declaración del Gobierno Revolucionario que denuncia el aumento de las agresiones a la hermana República Bolivariana de Venezuela, no pocos santiagueros han manifestado su respaldo a la causa y su anhelo por la paz en la región.

Así aconteció en la sede de la Delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap), desde donde se convocó a la recogida de firmas en apoyo a Venezuela y en contra de las amenazas de agresión militar de Estados Unidos.

Además del Icap, las organizaciones políticas, de masas y sociales en la provincia han hecho suya la convocatoria. Miles de jóvenes, estudiantes, cederistas y federadas; también los trabajadores, campesinos, combatientes e intelectuales, suscribirán su respaldo a la nación de Simón Bolívar y Hugo Chávez.

Foto: Niurka Bell
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