ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Las experiencias y habilidades de todos cuentan a la hora de encontrar soluciones rápidas y eficientes. Foto: Germán Veloz Placencia

HOLGUÍN.–La presa Cacoyogüín entrega agua, a través del sistema de abasto Norte, a 85 557 habitantes y a un amplio grupo de instituciones económicas y sociales de la ciudad de Holguín. Pero el embalse está muy deprimido, porque no ha recibido lluvias significativas que permitan mejorar su nivel.

Con una capacidad de 5,6 millones de metros cúbicos, hoy solo acumula 2 450 000. Así es imposible proseguir la extracción del preciado líquido.

Para reanudar su explotación, actualmente se encuentra en marcha una inversión que, solo en moneda nacional, puede remontar los 70 millones de pesos. El propósito es llevar la toma de agua de la cota 74 a la 70, modificación que permitirá extraer todo el líquido con calidad posible de suministrar, sin afectar el volumen necesario para el mantenimiento del reservorio y preservar la vida de los peces, refiere el ingeniero hidráulico Rafael Santiago Ramírez Montero, director técnico de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos.

El funcionario explica que, en total, se demandan «varias decenas de acciones para ejecutar de manera inmediata, desde la toma de agua de la presa hasta la tubería de impulsión. Entre ellas, sobresalen la interconexión de la nueva cota de succión, una estación emergente de bombeo y una conductora de pead de 12,5 atmósferas».

También destaca la rehabilitación de la Estación de Bombeo, con lo que se pretende restablecer los parámetros de diseño, o sea, activar sus siete posiciones de succión, alistarla para recibir bombas de pozos profundos que están en proceso de adquisición, y disponer de las variantes que permitan la instalación de bombas horizontales, para explotar el embalse según el nivel en el que se encuentre.

Paralelamente, fuerzas especializadas eliminan las tuberías viejas o defectuosas, realizan cambios de tecnología en algunos lugares, organizan nuevas variantes de operaciones y rehabilitan la obra civil con la impermeabilización de cubiertas, colocación de nuevos elementos de carpintería y mejoramiento de los viales de acceso.

TALENTO, PASIÓN, LABORIOSIDAD

Aunque todas las acciones han planteado retos, en la Estación de Bombeo apareció uno peculiar. Es cierto que está en la cota 70, pero succiona en la 65, en la que se ubica una tubería de 450 milímetros, de hierro fundido, instalada en 1958. Para localizarla debieron ir a los archivos, tomar los planos de la presa y consultar las soluciones dadas por los proyectistas en el periodo 1942-1958.

Rafael Santiago confiesa que fue un estudio minucioso de las cotas, a lo que siguieron excavaciones, que requirieron extraer unos 22 metros cúbicos de tierra, labor realizada a mano, porque los taludes limitaron el empleo de medios mecánicos. Finalmente, la vieja tubería metálica fue unida a las de pead, mediante dos accesorios de nueva tecnología.

Todas las acciones las proyecta la Empresa de Investigaciones y Proyectos Hidráulicos Raudal. Su representante es el ingeniero Aniel Álvarez, a quien algunos califican como el padre de las obras, y otros lo ven como el comandante de la batalla que se libra aquí.

Es el responsable de ofrecer las soluciones diarias, en una situación en la cual no se elaboran planos ni se realizan preparaciones técnicas, pero todo debe ser graficado.

El avezado especialista actúa al amparo de la Resolución 327 de 2014, del Consejo de Ministros, que reglamenta los procesos inversionistas, y en casos como este, que apremia garantizar el abasto de agua para decenas de miles de personas, autoriza a proceder del modo más expedito posible.

Las labores comenzaron el 22 de agosto pasado, bajo un cronograma atípico, definido por hitos diarios. Por ejemplo, si una jornada está orientada a conectar una tubería, las brigadas se retiran solo cuando se cumple eso. No es por capricho, sino por sentido común: se trabaja aguas abajo de la cortina, si llueve y el embalse recupera su nivel, la corriente del vertimiento puede arrastrar mucho de lo que se hace.

Cuando concluya la obra, la ganancia será innegable. Los residentes en la zona Norte recuperarán su fuente principal de abasto, aunque no han dejado de recibir agua, con ciclos prolongados de por medio, porque hoy se comparte la que traslada el sistema del Este, al que tributa la presa Gibara.

Entre las experiencias de estos días intensos, aparecen referencias de la coordinación de las entidades estatales como Raudal, Acueducto, Aprovechamiento Hidráulico, de Comunicaciones (Etecsa) y la Empresa Eléctrica, con actores no estatales como la cooperativa de créditos y servicios Dionicio Ránder, y las mipymes Talos y Construyendo Paisajes, responsables, respectivamente, de la rehabilitación de la Estación de Bombeo, las conexiones eléctricas y la pailería y soldadura.

Elíades Leyva Díaz es integrante de la tercera de esas entidades. Como pailero ha trazado un conjunto de 23 elementos, entre los que se incluyen los vinculados con las reducciones de tuberías metálicas para la unión a las de pead. Es muy preciso en lo que hace, comenta su compañero de labor, el soldador Ramón Perdomo González.

William Moreno Perdomo, representante de esa misma mipyme, aprovecha la ocasión para explicar que un grupo de operarios ha participado en la ejecución de otras obras destinadas a mitigar las secuelas de la sequía hidrológica padecida por la provincia.

MÁS ALLÁ DE CACOYOGÜÍN

Los residentes en la zona Norte no son los únicos que en la capital holguinera viven angustiados por las dificultades con el abasto de agua. El tiempo entre los ciclos es tan extenso, que muchos de los más de 300 000 habitantes de la urbe sienten que no existe acueducto.

Con el fin de contrarrestar el desfavorable panorama, la estrategia elaborada tiene en cuenta a los otros embalses que aseguran el vital líquido a la ciudad.

En la presa Gibara, días atrás concluyó la prolongación, en ocho metros, de la tubería de la balsa sobre la que están montados equipos de bombeo, de modo tal que hoy están en el nivel en el que es posible extraer el agua deseada, con lo que se garantizó ganar alrededor de 149 días de cobertura, a la espera de que la naturaleza sea más benévola con las lluvias, aunque siempre se cuenta allí con el respaldo del trasvase Este-Oeste.

Paralelo al movimiento de la balsa hacia la nueva posición, fue rehabilitada la estación de bombeo, lo cual contempló el cambio de un tramo de tubería con varios salideros y la ubicación de dos motores para la operación y de otro como reserva.

La recuperación del trasvase Cauto-Güirabo, también es parte esencial del sistema de abasto Sur. Ya le sustituyeron válvulas de aire defectuosas y está en fase de alistamiento una bomba de profundidad, que se instalará en la toma ubicada en el río Cauto. Si bien no es la solución definitiva, una vez en uso, al menos entregará unos cien litros por segundo más a la presa Güirabo, igualmente muy deprimida y con unos dos meses de cobertura.

«En la ciudad hay entidades productivas y de los servicios que son grandes consumidores de agua y se trabaja con ellas para que retomen el uso de las fuentes propias.

Por ejemplo, el Hospital Provincial Vladimir Ilich Lenin ya lo ha hecho con dos de sus cinco pozos, y va camino de disponer de otro, que incidirá favorablemente en el abasto al servicio de Hemodiálisis», expone Rafael Santiago.

Recientes análisis con los directivos del Combinado Lácteo Rafael Freyre, indican que allí se acometerá la limpieza y el aforo de pozos en desuso, de manera que el agua de ellos tenga empleo en la limpieza de instalaciones y vehículos.

«De igual forma, nos proyectamos por la recuperación de los pozos construidos durante la sequía de 2005 en los barrios de la ciudad, en los que se colocaron bombas manuales. Entonces fueron registrados cerca de 120, pero la cantidad real con posibilidades de explotación se conocerá cuando concluya el levantamiento iniciado».

Algunos de aquellos fueron víctimas de indisciplinas sociales, como el vertimiento de basura y otros elementos que los sellaron o contaminaron, cuestión para tener en cuenta en la actual etapa de rescate, y cuando se ponga en marcha el nuevo plan que contempla hacer más con participación de entidades estatales y a precios muy por debajo de los impuestos por los privados que realizan esos trabajos.

Hoy se proponen tres variantes de pago: con dinero de las propias entidades que los ejecutan, uso del dinero proveniente del 1 % de la Contribución Territorial y aportes de los residentes de los barrios.

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