A Vitor Hugo Tonin lo conmueve conversar sobre la colaboración médica cubana en su Brasil, dirigida sobre todo a los más pobres, quienes recurren al Sistema Único de Salud (SUS) en sitios alejados de las élites del gigante sudamericano.
La satisfacción popular por el desempeño de los galenos supera en muchos casos el 70 % y el 80%, a pesar de campañas adversas, asegura el Asesor Económico del Sindicato Químicos Unificados, perteneciente a la Intersindical Central de la Clase Trabajadora.
Reconoce que los profesionales provenientes de la Isla, por cualidades como el cuidado, el abordaje integral y la humanidad, sobresalen ante sus similares brasileños, salvo muy buenas excepciones entre estos últimos, varios de ellos formados en la Escuela Latinoamericana de Medicina radicada en La Habana.
La solidaridad beneficia demarcaciones a las cuales la gran mayoría de los especialistas nacionales declinan asistir, pese a la existencia de concursos públicos para fortalecer el SUS. Junto a esa falta de disposición, muchas asociaciones del propio gremio allí, expresan su desacuerdo con las misiones de la Mayor de las Antillas, acota.
Desde el 21 de abril, Hugo Tonin se halla por primera vez en esta tierra, como parte de la Brigada Internacional Primero de Mayo, conformada por exponentes de ocho países, movilizados a propósito de la celebración de esa fecha.
En el policlínico de San Agustín, ubicado en el municipio capitalino de La Lisa, encontró una grata sorpresa, pues una empleada de esa institución posee el Título de Ciudadana Honoraria, gracias a sus servicios en la localidad Franco da Rocha, próxima a Sao Paulo.
En esa provincia, precisa el invitado, su Sindicato, con sede en las ciudades Campinas y Osasco, representa a cerca de 50 000 integrantes de las industrias química y farmacéutica, por medio de una lucha para la transformación social, contra el capitalismo periférico.
Desde hace un lustro, están afiliados a la Federación Sindical Mundial (FSM), y en sus filas tienen claridad sobre la importancia de la unidad proletaria para enfrentar la hegemonía global. El Asesor Económico resalta la raíz común de Nuestra América, y los esfuerzos para establecer alianzas con los hermanos de la región.
«Todos los años participamos en esta pasantía sindical, organizada por la FSM y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con el objetivo de permitirles a nuestros dirigentes conocer otra realidad, aprender español y traer donaciones, en especial de medicamentos». Ahora los entregaron en el policlínico mencionado y en la sede de la CTC, detalla.
De conjunto con ella, presentan un proyecto para favorecer no solo a los dirigentes, sino también a los interesados en viajar a la Isla, sin capacidad económica para ello. Asimismo, prevén la creación de un fondo para financiar, de manera recíproca, a quienes pretendan constatar la actualidad brasileña.
Tales intercambios revisten gran relevancia para desmantelar falsedades: «nuestros medios oficiales basan su estrategia en invisibilizar a Cuba, y solo la mencionan para amplificar aspectos negativos. Antes la llamaban la dictadura de Fidel; ya no saben cómo decirle.
«La asocian con pura pobreza, con bajos niveles de Salud y Educación, cuando, al contrario, resultan muy superiores a los de Brasil», sentencia sin vacilaciones Hugo Tonin.
En estas fechas vive las dificultades provocadas, en inmensa medida, por el bloqueo estadounidense. Pero, al mismo tiempo, experimenta la alegría como actitud vital para asumir los problemas, revela.
Entre las actividades cumplidas hasta el momento, enumera las clases acerca de la lógica del bloqueo, el sistema sindical y el funcionamiento de la economía cubana. También apreciaron la venta por libretas de abastecimiento, convivieron con diversos actores económicos, pasearon por el centro de La Habana y estuvieron en la bellísima playa de Guanabo.
Los Químicos Unificados poseen 80 dirigentes sindicales y cerca de 60 laboran en fábricas privadas, en multinacionales estadounidenses y europeas. Cuando vuelven, pueden manifestar sus propias observaciones para sembrar la verdad, considera Hugo Tonin.
Con gran expectación espera el Día Internacional de los Trabajadores, por su sabor distintivo: mientras en Cuba se defienden conquistas, en el capitalismo hacen reclamos, entre ellos la reducción de la jornada laboral y del impuesto a la renta.
Como muy satisfactoria pasantía, porque «la unión hace la fuerza», la califica Juan Montoya Soto, dirigente de la Federación Nacional de Trabajadores Municipales de Chile, perteneciente a la Unión Latinoamericana de Trabajadores Municipales y a la FSM.
El militante del Partido Comunista de su nación disfruta su segunda estancia, después de una en 2016, cuando aprovechó unas vacaciones para desfilar con su familia por la Plaza, y concientizar a sus hijos sobre las diferencias del socialismo y el neoliberalismo.
«Allá marchamos de forma independiente, peleamos con la Policía, exigimos más beneficios. Aquí vengo a andar con las masas y, por la tarde, se desatan los festejos, la alegría».
Montoya Soto agradece el apoyo de la Revolución a Salvador Allende y contra la dictadura de Pinochet. Además, lanza su fe: «Aunque vengan 20 años más de bloqueo, Cuba va a estar parada».
Pronto llegan más donaciones por la fundación Varsot, entre las cuales resaltan máquinas para la alimentación de los recién nacidos, anuncia.
Sobran razones para engalanar este jueves las calles de la Isla. Muchas personas en el planeta siguen la luz mostrada por Cuba, como un faro, para completar este empeño entonado en los versos de La Internacional: «El día que el triunfo alcancemos / ni esclavos ni dueños habrá (…) / la tierra será el paraíso / patria de la humanidad».
COMENTAR
Responder comentario