Fortalece Las Tunas estrategias de control del delito

La falta de control a los bienes materiales, la no atención a las causas y condiciones del flagelo, así como las brechas de seguridad y protección, siguen siendo debilidades que abren puertas al delito en Las Tunas.

Así trascendió en la reunión de seguimiento al tema, que dirigen las principales autoridades del territorio, en la que se conoció, además, que ascendió a 300 la cifra de delitos en la pasada semana, y que, aunque se mantiene el principio de tolerancia cero y se ha reforzado el seguimiento al tema, siguen en alza los hechos relacionados con el consumo y tráfico de drogas.

De acuerdo con una información publicada por el periódico 26, alrededor del 40 % de los delitos registrados tuvo por blanco el ganado mayor. También se vieron afectadas entidades estatales como bodegas, los almacenes mayoristas en un municipio, e inmuebles de la Empresa Cubana del Pan.

También se manifestaron robos de cables eléctricos, lo que obliga a la empresa responsable a elevar la protección de ese recurso.

Las máximas autoridades del territorio insistieron en que el control debe ser sistemático y efectivo, como primera barrera de contención del delito. Del mismo modo, urge la proactividad en todos los frentes, que destierre la tibieza que, en no pocas ocasiones, se manifiesta al respecto.

En esta reunión de seguimiento quedó claro que no basta con el accionar de la Policía, y debe existir mayor coordinación entre todos los factores que inciden en la prevención. Por su parte, desde el Tribunal Popular Provincial se conoció que las sanciones, con apego a la ley y al debido proceso, han sido severas, pero esa tampoco es la solución, debe crecer el oportuno seguimiento a las causas y condiciones que dan lugar a la actividad delictiva.

En el caso específico de los delitos relacionados con el tráfico y consumo de drogas, en comparación con similar periodo del calendario anterior, se manifiesta un incremento. Al mismo tiempo, se han identificado una mayor diversidad de sustancias consumidas y una incidencia marcada entre jóvenes que no están vinculados ni al estudio ni al trabajo.

Un subgrupo multisectorial atiende directamente el asunto, con el objetivo de consolidar acciones de prevención, capacitación e intervención social en las zonas más afectadas, así como en centros de trabajo y de estudio.