ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Emplear los espacios comunitarios para integrar a todos los factores y a la población en general, es la mejor manera de cerrar el paso a las conductas negativas. Foto: Endrys Correa Vaillant

Santiago de Cuba.–El trabajo comunitario integrado «es nuestro modus operandi para incidir en todo y en todos», dijo con certeza María del Carmen Pérez Romero, conocida en su pueblo como Mara.

Ella es la delegada, desde hace cuatro décadas, de la circunscripción 34 del consejo popular Enma Rosa Chuy, demarcación que también preside en el municipio santiaguero de San Luis.

Minutos antes de que Granma la interceptara, había concluido las labores de eliminación de un microvertedero y la siembra de viandas, hortalizas y flores, con la valiosa ayuda de varios jóvenes del barrio, algunos bajo el régimen de libertad condicional. 

«Tenemos que sumar a todos si queremos un país mejor, especialmente en el contexto comunitario y familiar, para evitar sucesos lamentables que parten de la malformación, o mejor dicho, de una inexistente o ineficaz prevención», sentenció, rodeada de los 14 delegados de su Consejo quienes, en su reunión ordinaria del mes de enero, analizaron, entre otras cuestiones, la marcha de la prevención y de los controles populares.

 «Estamos investidos de la más alta autoridad para, entre otras cosas, enfrentar las indisciplinas sociales, el delito y las ilegalidades», dijo.

Lo cierto es que, lamentablemente, si no existe ese trabajo estricto, constante de seguimiento y control a los puntos vulnerables de la comunidad, no puede haber respuestas previsoras y oportunas.

Por suerte, ese apoyo llegó a una madre soltera que quiso contar su historia desde el anonimato. «Mi niña, de 12 años, fue objeto de acoso por un grupo de hombres del barrio. Incluso, cuando les reclamé, agredieron mi vivienda; por lo que acudí a la casa de la Secretaria de la delegación de la Federación de Mujeres Cubanas (fmc), y también de una fiscal, para que me orientara y actuara, porque es muy activa en la cuadra. Para bien de todos, cesó la tormenta, se disculparon y están dejando atrás la vida de holgazanería que llevaban» comentó.

Esa activa dirigente de base es María Elba Riera Limonta, quien, desde hace 30 años, lidera el bloque La Capitana, ubicado en uno de los barrios más complejos de la demarcación. Ella es referente en su comunidad y, por eso, tal como lo hizo esa madre, otras personas buscan su apoyo y conducción ante situaciones similares.

Por eso también se acercó a ella el profesor de la escuela secundaria básica José Maceo Grajales, Yohanis Anglada Montero, quien aseguró que «resulta urgente fortalecer las acciones de prevención con nuestros estudiantes y sus familias, sobre todo, si viven en zonas en las cuales son más proclives los hechos de violencia, hurtos y otras tipicidades delictivas».

Es un proceso que parte de la integralidad y de la intersectorialidad, porque las complejas relaciones económico-sociales de la Cuba contemporánea –de fuertes limitaciones de recursos– han sido el principal detonante para que se vulneren la legalidad y el orden. «Desde la Casa de Orientación a la Mujer y a las Familias estamos trabajando con mucha diligencia en esa dirección, y del mismo modo lo hacemos en las Comisiones de Prevención y Atención Social», precisó María Elba.

 

La participación de los reclusos en trabajos de producción contribuye a su incorporación social una vez en libertad. Foto: Alberto Borrego

JUNTOS POR EL BIEN COMÚN

«Porque tenemos fe, como Martí, en el mejoramiento humano y la utilidad de la virtud», un grupo de 18 mujeres, en 2023, decidió formar un contingente nombrado Seguidoras de Vilma, que lo mismo visita a un niño que tiene problemas en la escuela, que a una familia en situación de vulnerabilidad; también a los hogares maternos y de ancianos, o se incorporan a la producción de alimentos y la limpieza e higienización de los barrios», manifestó Zenaida Barbán Rodríguez, delegada de la circunscripción 26.

«Yo llegué a estar involucrado en el mundo de las drogas. Mi vida era una tormenta y eso me llevó a prisión. Nunca medí las consecuencias del daño que me hacía y del que les hacía a otros. Cuando salí del centro penitenciario, este grupo de mujeres me acogió», rememoró un joven que trabaja en función de reinsertase a la sociedad, y «al que hemos involucrado en las acciones del Grupo de Prevención y Atención Social de nuestro Consejo», acotó Mara, quien asegura «no haber hecho lo suficiente, porque mientras exista una sola persona o entidad cuyo rumbo no sea lícito, esta tarea no será cumplida, aunque es constante e indefinida».

Jaime Santos Castillo, jefe de sector de la Policía Nacional Revolucionaria (pnr), refirió que «las conversaciones con las personas y sus familias resultan vitales; Mara me compaña junto al resto de los factores. Hace unas semanas convocamos a una familia disfuncional, cuyos miembros están al borde de cometer graves indisciplinas».

Hasta el centro comercial La Violeta, de Tiendas Caribe, llegó el control popular «integrado por los factores de la comunidad y vecinos; revisamos el cumplimiento del plan, el estado del almacén, la calidad del servicio y dejamos recomendaciones», detallaron Vilma Ramos Panuncia y Ofelia Salazar Rizo, integrantes de la comisión creada al efecto.  En una carnicería, «detectamos violaciones con el pesaje de los productos y varios faltantes de mercancías. Solicitamos la medida administrativa, que fue severa», dijo José Ángel Venzant Acuña.

 

UN ENFOQUE DESDE EL SISTEMA PENITENCIARIO

La Fiscalía General de la República no solo vela por los intereses del Estado, sino por los de las víctimas y, en el caso de las personas sancionadas, que se respeten sus derechos y encauzar su reinserción. La profesora Gertrudis Armero Guevara imparte clases en varios centros penitenciarios de la provincia, y comenta orgullosa su experiencia.

«Al principio sentí cierto temor, pero recordé a Silvio Rodríguez cuando en sus conciertos por esos centros, hace ya varios años, cantaba los versos de "solo el amor convierte en milagro el barro". Esto es una obra de la Revolución que demuestra su profundo carácter humanista».

En el establecimiento penitenciario Boniato, por ejemplo, se suscribieron convenios de colaboración entre organizaciones políticas, de masas, y organismos e instituciones, con el objetivo de complementar actividades educativas y facilitar la reinserción de los reclusos en la sociedad. Actualmente, 99 sancionados cursan el primer año de Técnico Superior en Entrenamiento Deportivo, y 18 en el segundo año. La valía de lo realizado se concretó en la graduación de 19 reclusos en esta especialidad, gracias a la colaboración de la Universidad de Oriente y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación.

El convenio ha fortalecido la cultura en los centros penitenciarios a través de Grupos musicales y de lectura. El Programa Educa a Tu Hijo aquí se centra en la preparación y educación de las madres reclusas. En el caso de los niños, después de un año y tres meses de edad, son trasladados a los hogares para menores sin amparo familiar, hasta que las madres sean liberadas. Este enfoque asegura que los niños reciban una educación de calidad, incluso en situaciones difíciles.

Las mujeres, además, tienen acceso a programas de formación en oficios como peluquería, manicura, costura y tejido. Estas capacitaciones les permiten adquirir habilidades que les serán útiles al reintegrarse a la sociedad, tras cumplir sus sanciones.

 

UN ENFRENTAMIENTO ENÉRGICO

De acuerdo con Alexis Mora Sarmiento, coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno Provincial de Santiago de Cuba, a las principales incidencias detectadas le sucede la aplicación de medidas severas a los comisores.

«El trabajo de enfrentamiento está focalizado en nueve aspectos esenciales. Nuestro grupo semanalmente chequea con rigor (…) el control y cumplimiento de la guardia administrativa, supervisando que estén todas las posiciones cubiertas, para no darles margen a los malhechores; otra prioridad es el enfrentamiento a las violaciones de precios, y esta intervención la realizamos en los 126 consejos populares».

Sin embargo, lo más importante es entender que, en la prevención y en todas las acciones que de ella se derivan, está nuestra mayor fortaleza, y la mejor oportunidad de ganar esta batalla, cuyo fin es el bien colectivo.

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sachiel dijo:

1

27 de enero de 2025

09:42:17


Habrá más delitos con el incremento de la pobreza y las desigualdades.Sera inevitable.

Eddy dijo:

2

27 de enero de 2025

12:32:48


Así es como se logra ganar la batalla contra el delito y la corrupción. " Una insistente o eficaz prevención". En la base no hace falta llamamientos, sino tocar las cosas con la mano. Gracias a la compañera Mara por su ejemplo.

Basilio Garcia dijo:

3

27 de enero de 2025

13:45:26


Excelente por Mara, realmente el trabajo preventivo integral reviste capital importancia en nuestra sociedad, sin embargo es necesario q no, nos descuidemos con el incremento de los delitos y adoptemos cuantas medidas sean necesarias para controlarlo, sobre todo, aquellos q prácticamente se habían erradicado y q han ido apareciendo algunos brotes y otros q no pueden permitirse bajo ninguna condicion, ejemplo: " el robo de un panel solar" con la situación q atraviesa Cuba con la electricidad, es lamentable q se coloque un panel sin la debida protección y mucho más todavía q alguien sin escrúpulos se lo apropie, sin considerar las consecuencias de sus actos, esto debe ser severamente castigado. Hay algunos delitos como el q acabo de mencionar, q quienes los cometen, además de ser juzgados y sancionados con las máximas penas establecidas, como accesorias se les debiera decomisar sus bienes, exponerlo al trabajo hasta q paguen el daño q infringieron, darles donde realmente les duele. No se puede justificar el delito con las necesidades, por mucha q haya, quienes lo cometen tienen otras motivaciones, más allá de resolver su situación personal, considerar q alguien puede resolver su situación a costa de los demás es la expresión de una falta de valores.