
Carmen despertó con espanto justo a la 1:00 a.m. de este lunes. «Solo atiné a llamar a mi hija, que duerme con su niño en la habitación contigua a la mía, mientras todo se tambaleaba y se escuchaba un ruido estremecedor», dijo a Granma la octogenaria santiaguera que vive en un apartamento del piso 13 de uno de los edificios de 18 plantas en la céntrica avenida Victoriano Garzón, de la ciudad de Santiago de Cuba.
«Estas estructuras son antisísmicas, y aunque datan de la década de los 80 del siglo pasado, están fuertes; pero eso no hace menguar el temor que causa un terremoto, y mucho menos la elevada frecuencia que tienen en nuestra región», detalló Alicia Domenech, la hija de Carmen, quien permaneció durante toda la madrugada en las áreas verdes del parque-museo Abel Santamaría, unas cuadras al norte de los altos edificios.
«En nuestra ciudad abunda la información gráfica sobre qué hacer ante la ocurrencia de un terremoto, porque son impredecibles. Yo entro en estado de pánico, aunque el llamado es a actuar de manera ágil y sin desesperarse», añadió Guadalupe Laffita, también residente en este tipo de edificio. «Ahora pienso en los que viven en los pisos superiores. Definitivamente tenemos que estar informados, preparados y alertas», subrayó.
Mientras eso acontecía en prácticamente todos los hogares del Oriente cubano –y en localidades de las provincias de Camagüey y Ciego de Ávila–, Beatriz Jhonson Urrutia y Manuel Falcón Hernández, primera secretaria del Comité Provincial del Partido y gobernador, respectivamente, se dirigieron hasta el Observatorio Geodinámico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) para conocer, de boca de los avezados especialistas, los detalles del movimiento telúrico de magnitud 6.1 en la escala de Richter.
Este evento «nada tiene que ver con la actividad sísmica anómala que comenzó con los dos fuertes sismos ocurridos el domingo 10 de noviembre, de magnitud 6.0 y 6.7, cuyos epicentros se localizaron al sur de Pilón y con miles de réplicas que mantuvieron en alerta a las autoridades y a la población», explicó el doctor en Ciencias Enrique Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional.
Como en ocasiones anteriores, «se activaron los puntos de información a la población en todos los territorios», posteó Jhonson Urrutia en sus redes sociales. Al mismo tiempo, los medios de comunicación masiva priorizan los contenidos relacionados con este tipo de evento natural, ofreciendo información verídica a través de los soportes tradicionales y las plataformas digitales.
De acuerdo con el Cenais, este sismo se localizó a unos 35 kilómetros (km) al suroeste de la localidad de Chivirico, cabecera del municipio santiaguero de Guamá, específicamente en los 19.77 grados de latitud norte y los 76.61 grados de longitud oeste, a una profundidad de 9.0 km, constituyéndose en el perceptible número 137 del presente año.
Caridaniuska Chong Guerra, primera secretaria del Comité Municipal del Partido en Guamá, informó que el territorio se mantiene en calma, pese a la intensidad del movimiento telúrico, y que la población ha cumplido con las medidas orientadas, evacuando los pisos altos, trasladándose a zonas seguras y manteniéndose informada. Las autoridades visitaron el hospital municipal e intercambiaron con habitantes de barrios de Chivirico, al tiempo que se evalúa el estado de viviendas y centros laborales.
En la zona de El Babujal, carretera Santiago-Granma, hubo deslizamientos de tierra desde las montañas de la Sierra Maestra, y enormes rocas se movieron hacia las zonas más llanas. Por su tamaño, solo pueden ser removidas con equipos mecánicos potentes. «Son desprendimientos de bloques en taludes de este sector de la carretera que bordea la costa sur oriental, uniendo la localidad de Pilón con la ciudad de Santiago de Cuba», aseveró Arango Arias.
«Es necesario acotar que en la zona de Pilón la actividad es baja; que por las características del área suroriental no existe riesgo de tsunami; y el terremoto de este 23 de diciembre ha tenido cerca de 300 réplicas, varias de estas perceptibles», destacó el doctor en Ciencias Bladimir Moreno Toirán, presidente del Consejo Científico del Cenais.
Al cierre de esta información se reportaban agrietamientos en edificaciones de los consejos populares de Uvero, Ocujal y La Plata, en el municipio de Guamá.

OTRO SISMO QUE ESTREMECE A GRANMA Y DEJA AFECTACIONES
Tras una madrugada que resultó muy larga y tensa para los granmenses, luego de la ocurrencia, al filo de la una de la mañana de este lunes, de un nuevo sismo perceptible, en esta oriental provincia se han reportado, preliminarmente, daños leves en el fondo habitacional y en instituciones estatales, pero no se lamenta la pérdida de vidas humanas ni lesionados asociados al movimiento telúrico.
Según se informó en el Grupo Temporal de Trabajo, presidido por Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma, y por Yanetsy Terry Gutiérrez, gobernadora del territorio, hasta el mediodía del lunes las afectaciones ocurridas en viviendas y edificaciones estatales se concentraban, fundamentalmente, en agrietamientos de muros y paredes.
De igual modo, se habían reportado daños en viviendas que estaban afectadas por los sismos del pasado 10 de noviembre, ubicadas en la zona rural de Providencia, en el municipio de Bartolomé Masó, así como el desprendimiento de grandes rocas en la zona de El Babujal, carretera Granma, en el municipio de Guamá, en Santiago de Cuba.
Por su parte, Dayamis Silva Lara, primera secretaria del Partido en el costero municipio de Pilón –territorio más afectado tras la ocurrencia de los sismos del pasado 10 de noviembre– informó en su perfil de
Facebook que los centros educativos Seminternado Augusto César Sandino y la esbu Vitalio Acuña sufrieron daños que agravan la situación estructural en la que quedaron luego de los terremotos anteriores.
No obstante, de acuerdo con medios locales, en esa región costera aún no se habían reportado daños significativos asociados a este último terremoto, aunque la población, disciplinadamente, había adoptado las medidas de protección tras el movimiento telúrico, y muchas personas permanecían en sitios abiertos al cierre de esta información.
Como parte del accionar del territorio ante la ocurrencia de un evento de esta magnitud, se activaron los protocolos establecidos en unidades hospitalarias y policlínicos para salvaguardar la vida de pacientes, acompañantes y trabajadores.
De igual modo, se llevaron a cabo más de 40 acciones de rescate por el Comando de Bomberos de Bayamo, para mover a personas con algún tipo de discapacidad que se encontraban en zonas altas de edificios.
De acuerdo con reportes de prensa en el territorio, los embalses granmenses no sufrieron daños y se mantienen operativos, al tiempo que comisiones de trabajo en los 13 municipios ya recorren las comunidades a fin de cuantificar otros posibles daños y brindar información actualizada a sus pobladores, sobre las medidas de protección.
Al respecto, Ortiz Barceló destacó la importancia de llegarle a la población con las indicaciones pertinentes, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de esta área geográfica ante este tipo de evento.
Los especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) en Granma, y los de la Defensa Civil, han mantenido un seguimiento a la ocurrencia de las réplicas para alertar y prevenir a las autoridades en la toma de decisiones, y a la población, para que cumpla con las medidas de protección.
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