ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Ricardo López Hevia

«Estuvimos en Guantánamo, una situación muy difícil, pero en 15 días restablecimos la electricidad. Llegamos a la casa el miércoles y, al siguiente día, salimos para acá», confesó Orlando Fonseca Cedeño, jefe de la brigada de linieros proveniente de Buey Arriba, Granma, mientras esperaba la autorización para reparar una avería en el Vedado de La Habana.

Con 38 años de experiencia, forjado en los desafíos de siete ciclones, e incluso con el mérito de una misión en Angola, en 2014, reconoció la motivación de tanto esfuerzo cotidiano: «tenemos que ayudar a nuestros hermanos afectados».

Con el alivio de la atención brindada por las autoridades de su provincia a sus familiares y a los de sus compañeros, se despierta junto a ellos, fecha tras fecha, a las cuatro de la mañana, y concluyen nunca antes de las nueve de la noche.

Desde Granma llegaron cinco brigadas, asignadas a los municipios de Plaza de la Revolución y Cerro, pero cuatro más vienen en camino. Fonseca Cedeño definió así la disposición de sus coterráneos: «varios nos llaman, preguntando por qué los dejamos».

Ernesto Díaz Palacios, jefe de otra brigada, propia de la zona Plaza-Cerro, resaltó la cordialidad de los vecinos, incluso con ofrecimientos de agua y café. «Vinimos a trabajar, a poner corriente; ayer mismo estuve sin ella en mi casa ¿Qué vamos a hacer? Lo primero, terminar aquí; cuando digan para Artemisa, es para Artemisa».

El director de la unidad empresarial de base Plaza-Cerro, Dorian Linares, destacó la ayuda del pueblo en actividades como la poda y la recogida de desechos, con respeto a las medidas de seguridad, como caracteriza a los cubanos. También agradeció el respaldo de la Empresa Eléctrica de la ciudad, con los medios de trabajo y con la alimentación.

Actualmente, el mayor reto de la capital consiste en restaurar, antes del lunes en la tarde-noche, la totalidad de la distribución primaria, las líneas que tributan a los transformadores. Ya lo habían logrado en Diez de Octubre, San Miguel del Padrón, Centro Habana, La Habana Vieja, Guanabacoa, Regla y Habana del Este, detalló el director de la Empresa de la urbe, Yusmel Gómez Ramírez.

De 43 hospitales, 36 contaban con servicio y el resto mantenía su vitalidad con plantas. En cuanto a las fuentes de abasto, siete de 12 poseían fluido eléctrico, incluidas algunas muy importantes como Paso Seco, Los Benignos y Palatino, agregó.

Exhibían la plenitud de su funcionamiento cinco organizaciones básicas eléctricas, aunque, contrastó, el sábado quedaban pendientes 56 postes y 47 huecos, sobre todo en los municipios de Playa y Boyeros, con las tres cuartas partes de ellos.

Las brigadas del Ministerio de la Construcción y de la Agricultura contribuyeron a reducir el plazo de recuperación en alrededor de la mitad, porque les ahorran mucho trabajo a las fuerzas especializadas: el 70 % del tiempo se emplea en la apertura de los huecos, ilustró.

La capital posee 291 linieros, 38 podadores y 15 brigadas pesadas; entre los equipos, 19 carros cesta y 45 de servicio. Además, les tendieron la mano cerca de 450 profesionales de varios contingentes. Las fuerzas de Granma laboran en los municipios de Plaza y Cerro; Sancti Spíritus y Santiago de Cuba en Playa; Las Tunas en Arroyo Naranjo; Holguín en Marianao; Matanzas en el Cotorro y Camagüey en Boyeros, pormenorizó Gómez Ramírez.

La recuperación de La Habana requiere grandes empeños, pues consume la cuarta parte de la energía total del país, con 860 808 clientes. «El  99,9 % de los linieros son personas consagradas, triplican los esfuerzos ante eventos como este. Como dice un lema nuestro: no hay noche, no hay descanso, no hay fatiga», subrayó.

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