CAMAGÜEY.–¿Cuánto se haría en un territorio con siete millones de pesos? ¿Cuánto se pudiera reparar en escuelas con cerca de diez millones? ¿Cuánto en un hospital se arreglaría con tres millones de pesos?
Cuba necesita divisas, cuando la complejidad actual la pone a decidir entre comprar un barco de combustible o pagar el de arroz que está en el puerto. En ese contexto cada peso que entre por exportación de bienes y servicios es doblemente necesario. Por eso, los siete millones que debe Camagüey al plan de exportaciones de la provincia pareciera que valen mucho más.
Al cierre de la información brindada por el Departamento de Comercio Exterior del Gobierno Provincial, los 24 productos y cinco modalidades de prestación de servicios captaban 138 millones de pesos, lo que representa el 95 % de lo planificado hasta la fecha, de un plan anual de más de 487 millones de pesos.
Sin embargo, de no ser por los sobrecumplimientos de algunos productos y exportaciones fuera del plan, los números fueran peores.
Nueve productos incumplen sus producciones físicas y en valores. Los más significativos son 893 toneladas de carbón vegetal, 106 toneladas de camarón congelado y seis de pepino de mar, lo que representa más de 16 millones de pesos que no llegaron a las arcas cubanas.
Las causas que más inciden en estos incumplimientos son la falta de combustible, dificultades con la empaquetadura y limitaciones con las cámaras de frío.
Algo similar sucede con la miel de abejas, un fondo exportable al que vale la pena mirar de otra manera, pues un solo tanque de miel en el mercado internacional vale lo mismo que el combustible que se necesita para atender a todas las colmenas de la provincia. Pese a las limitaciones, la miel aporta 800 000 pesos por encima de lo planificado.
Respecto al carbón vegetal, de 930 toneladas planificadas para el año, al cierre de esta información solo se exportaban 37 toneladas. En estos resultados sigue incidiendo, como pasa desde hace algunos años, la fuga de personal y de producciones hacia el sector no estatal; pues por el tipo de cambio los particulares pagan más, y muchas veces al cash.
El tema del carbón no es nuevo, y tampoco se le ha prestado toda la atención que requiere, máxime si se sabe que todo el que produce se vende, y las cantidades están por debajo de las potencialidades de la provincia.
Tampoco cumplen con los indicadores los productos exportables de la Empresa de Recuperación de Materias Primas, que significan tres millones de pesos menos que tiene el país para satisfacer las necesidades de los cubanos, en cuyo caso inciden los bajos niveles de recuperación a través de las casas de compra y la competencia del sector privado. Pero, ¿cuándo logrará la empresa estatal competir en buena lid, y comprar a precios competitivos también?
Estos numeritos no son simples planes que no se cumplen, representan más de 30 millones de pesos con los que Cuba no pudo contar. La misma Cuba a la que le urge dinamizar su economía e ingresar más de lo que consume.
Es dinero del que no se dispone en el país, y muchas veces sucede por falta de gestión, por trabas incomprensibles y hasta por algunos procesos de dirección.
La situación de las exportaciones en Camagüey no está peor porque salieron de fronteras otros productos que no estaban en plan, como cromo y arena de cromo, que significaron más de siete millones de pesos; 80 000 dosis de la Vacuna Gavac, por un valor de más de un millón de pesos; y 29 toneladas de pieles saladas, por más de 77 000 pesos.
Este es un tema que exige soñar con los pies en la tierra; pensar en cómo sostener y darles valor agregado a los 24 productos que ya están consolidados, lo que debe ser la prioridad para sus 35 entidades productoras.
Además, es prioritario incrementar productos que después puedan integrar la lista de fondos exportables de una provincia que llegó a tener más de 34 rubros destinados a la exportación.
También son necesarios buenos estudios de factibilidad y de mercado, de la pericia de esos empresarios para competir y de sostenerlos en el tiempo con calidad. En ese sentido, también se impone preparar a nuestra gente para «meterse» en un mundo complicado del que hemos estado alejado por muchos años.
No es secreto que también lleva dinero, en buena medida inversiones en dólares; sin embargo, otras soluciones pudieran estar en lo local, con la contribución territorial del 1 % y, de esta manera, darle un uso eficiente a esa bondad financiera.
Tampoco se trata de embullo, y mucho menos de hacerlo por campaña. Se necesita sostenibilidad en el tiempo, con una adecuada presencia para competir en un mundo en el cual ya todo está inventado. Se necesita poner los cinco sentidos y hasta el corazón, para posicionar un producto final de calidad.
Encadenar procesos, invertir en lo que pueda aportar dividendos, mejorar el acabado de los productos y valorar cómo insertar poco a poco, en este rumbo, al sector no estatal, pudieran ser algunas claves para exportar más desde Camagüey y desde Cuba. Interiorizar la necesidad de nuestra economía de potenciar las exportaciones sería un importante paso para demostrar que este es un asunto de todos.
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José Ignacio Suri Pe'rez dijo:
1
12 de julio de 2024
19:02:57
Omar Medina dijo:
2
12 de julio de 2024
19:34:56
rolando monteagudo dijo:
3
13 de julio de 2024
09:46:40
ERNESTO dijo:
4
5 de septiembre de 2024
12:49:39
ale dijo:
5
28 de octubre de 2024
12:31:47
carlos dijo:
6
7 de noviembre de 2024
10:36:01
Maria dijo:
7
30 de noviembre de 2024
13:57:58
Eduardo dijo:
8
3 de diciembre de 2024
08:41:34
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