Santiago de Cuba. –Tal vez el saldo más horrendo de la tiranía de Fulgencio Batista fue la muerte que sus esbirros ocasionaron a más de 20 000 personas que luchaban para que la Patria soñada por Martí se concretara; entre ellos a Frank País, líder de la guerra clandestina, vilmente asesinado, junto a Raúl Pujol, en la ciudad de Santiago de Cuba, el 30 de julio de 1957.
Ayer, el pueblo de la Ciudad Héroe se congregó en las calles de Santiago, y en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia se colocaron ofrendas florales enviadas por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República; por Esteban Lazo Hernández, titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular; y una a nombre del pueblo de Cuba.
Tampoco faltaron rosas para José Martí, Carlos Manuel de Céspedes, Mariana Grajales, y en el monolito que atesora las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Los santiagueros, encabezados por Beatriz Johnson Urrutia, primera secretaria del Comité Provincial del Partido; Manuel Falcón Hernández, gobernador de Santiago de Cuba, y Ricardo Rodríguez, presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria, colocaron flores en la intersección de Callejón del Muro y San Germán, donde fueron asesinados Frank y Raúl Pujol.
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