Reencuentro con «un soldado leal de las libertades de Cuba»

«Fue Máximo Gómez la máxima expresión del internacionalismo en el siglo XIX; (...) profeta de gran sabiduría y alcance en su pensamiento», afirmó el jefe de la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general de División Víctor Rojo Ramos, en el acto político y ceremonia militar por el aniversario 119 de la muerte del Generalísimo.

El Mausoleo encargado de resguardar los restos mortales del héroe de las guerras de independencia de la Mayor de las Antillas, ubicado en el Cementerio de Colón, de La Habana, recibió, en la mañana de este lunes, una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba, como un tributo «con respeto sagrado y admiración profunda», sentir recogido en la intervención de Rojo Ramos.

La marcialidad de una marcha en revista de la Unidad de Ceremonias completó la actividad presidida por el viceministro de las FAR y jefe de su Estado Mayor General, el general de Cuerpo de Ejército Roberto Legrá Sotolongo; así como por dirigentes del Partido de la capital y jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

«Sin Máximo Gómez no es posible hablar o escribir de la historia de Cuba», sentenció el Jefe de la Dirección Política, y repasó varios pasajes de la vida de Gómez, desde su llegada a esta Isla, en 1865, en calidad de comandante de las reservas provinciales de República Dominicana.

Entre los hechos más importantes, recordó el protagonismo en acciones de la Guerra de los Diez Años, como la primera carga al machete en Pinos de Baire. Asimismo, varias campañas dirigidas en la Guerra Necesaria constituyen «obras clásicas del arte militar en la última mitad del siglo XIX», como la Campaña Circular, la Lanzadera y la Contramarcha Estratégica.

Rojo Ramos enfatizó en la necesidad de volver a Gómez desde el presente, y subrayó su humildad, vislumbrada cuando expresó: «Mis grados, mi significación política, truncada en momentos solemnes de la historia, mis glorias cercenadas y todo eso no vale nada, es efímero, pero nadie me podrá negar nunca que yo fui un soldado leal de las libertades de Cuba».