El mar, en calma, aguardó ayer el arribo al Puerto de La Habana del buque patrullero HMCS Margaret Brooke, perteneciente a la Armada Real de Canadá.
«Es un gran privilegio para nosotros seguir con esta tradición de las visitas navales de nuestro país a Cuba, y estamos muy agradecidos por la cálida bienvenida a la tripulación», expresó el embajador de Canadá en la Isla, Geoff Gartshore.
En el Muelle 2, además de la autoridad diplomática, encabezó la ceremonia de recibimiento el capitán de navío Aldo Perera Estévez, jefe de Ingeniería Naval de la Marina de Guerra Revolucionaria. Mientras, correspondió al saludo la capitana de fragata y comandante del buque, Nicole Robichaud.
La presencia de la embarcación en la capital de la Mayor de las Antillas es seña de la calidad de los vínculos bilaterales de cooperación, en el aniversario 50 de su establecimiento, y en las ocho décadas de contactos ininterrumpidos a nivel diplomático, resaltó Gartshore.
Al final de un itinerario de nueve semanas por varias naciones caribeñas, la estancia en Cuba contribuirá a la seguridad de la región geográfica, «porque estamos juntos en la lucha contra el delito internacional, las drogas», enfatizó.
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