La formación profesional debe hacerse corresponder con las demandas territoriales

El proceso de ingreso a las universidades debe responder al propósito de contribuir a satisfacer, de una manera más directa, las necesidades de fuerza de trabajo calificada en los diferentes territorios del país.

Bajo esta premisa –explicó recientemente René Sánchez Díaz, director de Ingreso y Ubicación Laboral del Ministerio de Educación Superior (MES)–, el organismo ha venido desarrollando un experimento en tres provincias –Pinar del Río, Villa Clara y Holguín–, aplicando un modelo de gestión que permita una respuesta al precepto constitucional que plantea el derecho al estudio de todas las personas, con el propósito de contribuir a los intereses de desarrollo local en los territorios, esencialmente en los municipios, y la atención a grupos y personas con determinados niveles de vulnerabilidad.

Aclaró que el cambio de gestión en la propuesta reseñada no significará pérdida de los principios básicos que sustentan el ingreso a la Universidad.

La organización rigurosa y el sistema de exámenes y las otras formas existentes se mantendrán como hasta ahora, dijo.

Sánchez Díaz puntualizó que las carreras que se organizan en determinadas universidades para su distribución regional o nacional continuarán con el sistema de gestión actual, controladas centralmente desde el organismo.