Los bravos del Goicuría

Matanzas.-El 29 de abril de 1956 es una de las fechas más importantes en la historia revolucionaria de este territorio. A pesar del triste desenlace, el episodio produjo una gran conmoción a escala nacional.

Al mediodía de aquel domingo, alrededor de medio centenar de bravos jóvenes enardecidos de patriotismo asaltó el cuartel Goicuría con la finalidad esencial de apoderarse de las armas y entregarlas al pueblo para promover la lucha armada, camino ya definido por la vanguardia de la Revolución como el único camino a seguir.

La idea parecía demasiado arriesgada, pero aquellos jóvenes de diferentes organizaciones políticas, nucleados y bajo la conducción de Reynold García, llevaban tiempo estudiando cuidadosamente la acción y confiaban en que iban al amparo del factor sorpresa.

Fue precisamente eso último lo que falló en la intrépida maniobra y la soldadesca de la fortaleza militar, que dirigía el criminal Pilar García, ahogó en sangre el intento de tomar el cuartel por parte de los revolucionarios.

En el hecho perdieron la vida un total de 15 combatientes, la mayoría de ellos acribillados a mansalva por los esbirros de Fulgencio Batista lejos o dentro del recinto militar y exhibidos como caídos en el escenario de los combates.

Una imagen del episodio deja ver, sonriendo, al despiadado asesino Pilar García, conocido por La Hiena, mientras observa los cuerpos masacrados de sus víctimas, entre ellas el del líder Reynold García, primero ante el peligro y de los primeros en caer.

La concepción de la operación, desde el punto de vista estratégico y táctico, no fue un error, según el criterio de historiadores.

Aquella joven generación que asaltó el regimiento coincidía en los principios cívicos y el patriotismo y veía en la lucha armada el camino más factible para liberar al país de la dictadura y el oprobio, influenciada sin dudas por las acciones revolucinoarias del 26 de Juliode 1953.

También en el Goicuría, a pesar del fracaso de la acción militar, se fraguó de algún modo el noble espíritu revolucionario de todos los que lucharían en la Sierra o en Playa Girón.