«¡Qué bueno es estar en Santiago!», ovaciones y aplausos estremecieron hasta los machetes y el Maceo ecuestre de la Plaza de la Revolución de esta ciudad; Guillermo García Frías, el primer campesino que se unió al Ejército Rebelde, abraza a la tierra donde «protagonicé importantes batallas», según dice.
La presentación del libro Las Batallas de Guillermo. Conversaciones con un Comandante de la Revolución Cubana -como la vida del también Héroe de la República de Cuba-, devino en soplo que «inspira, motiva y moviliza», como sentenció el historiador Frank Josué Solar Cabrales, encardo de hacerla junto al periodista Wilmer Rodríguez Fernández, autor del volumen.
Este viernes fue idóneo para que el Hijo Ilustre de Santiago de Cuba rememorara la crudeza del batistato, la firmeza de su madre, el desarrollo de la lucha guerrillera y el ejemplo invariable de Fidel; y reflexionar sobre los retos que impone el contexto actual, ofreciendo atinados consejos para defender «nuestra obra más hermosa», a tono con las enseñanzas del Líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien prologó el volumen.
Al legendario guerrillero, le fue entregado un ramo de flores por la miembro del Comité Central del Partido y su Primera secretaria en la provincia, Beatriz Johnson Urrutia, y el Gobernador en funciones, Manuel Falcón Hernández; tampoco faltaron las muestras de afecto de los jóvenes y del público que formó parte de este homenaje santiaguero al hombre con el que Raúl comparte «igual sentido de la vida y buena parte de los sueños, alegrías y sinsabores… unido a una amistad personal y familiar de larga data».
En ese sentido, Rodríguez Fernández, dijo que «más que el lanzamiento de una obra biográfica, es un homenaje a la vida, a la obra y a la lealtad de un hijo de Oriente, que solo aspira a que se le recuerde como un patriota cubano, que todo cuanto hizo, fue luchar por la independencia y la libertad de su pueblo».
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