ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Alma también es diplomada en Epidemiología y máster en Seguridad Biológica en Salud Humana. Foto: Germán Veloz Placencia

HOLGUÍN.–Por mucho que Alma Torres Gómez de Cádiz se esmere en definirse como una especialista en Medicina General Integral con vocación por las investigaciones, los resultados de las que ha realizado y los proyectos en ejecución –exponentes de su tenacidad, pensamiento innovador y capacidad para concertar alianzas con especialistas de la Medicina y de otras ramas– le han facilitado llegar a resultados notorios en el ámbito científico.

Es la autora principal del cba 100, compuesto biológico activo registrado en la Oficina de Patentes en Cuba, el 22 de febrero del presente año, como suplemento y medicamento para uso humano y animal. Según describe ella, se podrá ofertar en cápsulas (tabletas) y en suspensión, a modo de jarabe, papelillos y drogas secas, estas dos últimas apropiadas para emplearse en casos de emergencia, como guerras o desastres naturales, en las que pueden restringirse las condiciones tecnológicas de producción.

El medicamento se encuentra listo para entrar en la fase de ensayo clínico, tan pronto lo determine el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed). De hecho, asevera, ya fue encapsulado. Sobre la materia prima fundamental, una planta medicinal cubana, no habla porque igual que ocurre con los procedimientos de elaboración, se encuentra bajo reglas de confidencialidad establecidas para estos casos.  

«Durante un estudio que acumula cuatro años, demostramos que posee efecto antinflamatorio, inmunológico, estimulante, cicatrizante y antioxidante. La idea de lograrlo se gestó en pleno comienzo de la COVID-19, cuando en China fue descrita la fisiología del virus SARS-COV–2 en la célula humana. Nos planteamos la hipótesis de que podíamos elaborar un compuesto biológico con las propiedades citadas, capaz de inhibir el proceso inflamatorio severo de la COVID-19».

En su relato aparece la pasión que siempre la acompaña. Lo primero, explica, fue una evaluación bibliográfica rigurosa. Luego redactó la hipótesis y la compartió con la oficial del Ministerio del Interior, mayor Rosario Iserns Hernández, quien trabaja en Criminalística y tiene amplia experiencia en Inmunología. «Se enamoró del proyecto y presentamos la metodología de la investigación a la Academia de Ciencias y a la Delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la provincia, las cuales nos dieron total apoyo».

Al seguir la ruta de la investigación, aparecen las severas pruebas a las que ha sido sometida, las cuales han tenido en cuenta los requerimientos de la Organización Mundial de la Salud. Por esa razón, al producto se le hizo el tamizaje fito-químico, necesario para demostrar qué es lo que le aporta las propiedades señaladas por los investigadores, proceso ejecutado en el laboratorio provincial de la Empresa de Farmacias y Ópticas de Holguín (Farmox) con la asesoría de la máster en Ciencias Rosa Damas, una evidencia más del potencial técnico de la rama médica en la provincia.  

Como en materia de salud no pueden quedar cosas al azar, igualmente fueron realizados los estudios toxicológicos correspondientes, uno de ellos a cargo del Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio (Cenpalab). La evaluación otorgó al compuesto la categoría 5, que lo define como inocuo.

Alma admite que se siente estimulada por el venidero ensayo clínico y los reconocimientos otorgados a la investigación, Ganadora entre los trabajos presentados por las representantes de la Salud Pública en la más reciente edición del evento nacional de la Mujer Creadora.

Incansable, hoy también se ha propuesto materializar un proyecto en el que puso la mirada tiempo atrás. Lo ha denominado «Maranta arundinácea Linn: fomento como cultivo priorizado en Cuba». El complicado nombre que menciona, aclara, no es más que el del Sagú, cultivado tradicionalmente en varias zonas de Cuba y procesado de forma artesanal como talco para tratar las quemaduras provocadas por los pañales a los bebés, o en la elaboración de atoles a modo de suplemento alimentario al emplearlos para espesar la leche.

Una vez más ha recurrido al empleo de la inteligencia colectiva, como lo demuestra la participación de profesores e investigadores de universidades y personas de varias partes del país.

«Un paso ha sido la demostración científica de lo afirmado por nuestros abuelos. Realmente tiene proteínas, polisacáridos, aminoácidos, ácidos grasos y otros componentes que le dan la fortaleza digestiva y proteica atribuida.

«Asimismo, se confirmó científicamente que no posee gluten, por lo que puede ser un sustituto perfecto para alimentar a niños con enfermedades celiacas o alergia al gluten».

Cita una evaluación realizada por el máster en Ciencias Alberto López Méndez, profesor e investigador de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, en la que se afirma que si los productores agrícolas cubanos llegaran a sembrar sagú en solo 0,3 % de las tierras que explotan, sería posible suministrar alimentos apropiados para el tratamiento de todos los niños celíacos y autistas de Cuba. A la vez, daría para beneficiar los requerimientos nutricionales en los hogares de ancianos y círculos infantiles, y mantener presencia en mercados agropecuarios con destino al consumo general de la población.

Como su hábito de investigadora le impone ofrecer constantemente argumentos, explica que en Holguín, en la panadería encargada de la elaboración de productos para niños celiacos de este territorio, y en parte de la provincia de Las Tunas, se emplea Mix, materia prima proveniente del extranjero, con precio cercano a los 4 000 dólares por tonelada.

«Sembrar sagú y procesarlo dará curso a la sustitución de importaciones y a la posibilidad de contar con otro rubro de exportación. Un estudio de mercado interno y externo nos reveló que solo seis países lo producen a gran escala, de ahí que la demanda a nivel mundial está muy por encima de las pequeñas ofertas que existen».

Sobre la base de cálculos razonados, expone que, si el proyecto es encarado con seriedad por las autoridades del sector agrícola y los productores estatales, y privados, en un periodo de cinco a siete años Cuba podría recibir divisas por las ventas a otras naciones.

No obstante, el impacto de este programa, en un territorio donde el abasto de agua constituye una de las preocupaciones principales de la población, va mucho más allá de los kilowatts y el combustible que podrán economizarse, e incluye otros aspectos más difíciles de medir, pero igualmente valiosos, como la calidad de vida de la gente.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

David Omar Alonso Figueredo dijo:

1

18 de agosto de 2025

08:45:12


La DrC Alma, además de ser una excelente profesional, es una mujer cubana muy humana, solidaria, colaborativa, humilde y sencilla, una patriota, amaba su Patria y su gente,amante de la historia, nos sentimos honrado y orgulloso por poder compartir con ella cuestiones vinculadas a la historia, deseamos continúe cosechando exitos en sus investigaciones, por los cubanos y por toda la humanidad, le ofrecemos nuestro apoyo y estamos humildemente a su disposición, la queremos, un fuerte abrazo.